SORPRESA SORPRESA
Clavelina Flowers aún se encontraba alucinada debido al descubrimiento del pequeño "don" de su chófer David Salamanca. Sin duda aquella habilidad especial del joven era un arma extraordinaria para ayudar a resolver aquellos casos. Justo cando David retiró la mano de la mano de Clavelina el timbre de la puerta sonó con fuerza.
Diiiiingggg Doooonnnggg !!!!!!!
- !Aaaaaaa Sorpresa Sorpresa¡.- Gritó sonriente y aplaudiendo Rita P.- No me digáis que no os recuerdo un tanto a esa presentadora que presentaba el programa "sorpresa sorpresa".
- ¿Te refieres a Isabel Gemio?.- Preguntó Margarita sin comprender nada y menos aún qué clase de sorpresa podrían recibir con el cuadro que teníamos en aquellos momentos. Dos asesinatos y una desaparición.
- Si, esa misma pero sin ese gesto en la cara de mal follada y de hija de puta.- Rita P contestó mientras se dirigía hacia la puerta de entrada.
- Sorpresaaaaaa.- Al abrir la puerta ambas gritaron a la vez. Eran Mary Joe y su novia la exmonja y ahora reconvertida en top model Agatha Klein.
- !Cielo santo que hacéis aqui¡.- Exclamó Margarita Rotemberger
Clavelina Flowers miró a mi abuela.
- Más locas ayudando.- Lo dijo con cierto tono de burla.
- Pasad pasad chicas. Cuanto me alegro de volver a verte Mary Joe. Y tu siempre tan fascinante querida Agatha.- Las recibí con un fuerte abrazo.
- Bienvenidas guapas.- Contestó mi abuela.
- A mi plin.- Contestó Margarita Rotemberger.- Esto va a parecer el grupo de los X-Men con la Masa incluida, señaló a Rita P mientras se terminaba su copa de whiskey. Tanta gente sobra y más aún si no están en su sano juicio.
- Anda que la que fue a hablar.- contestó Rita P comentando por lo bajo.- "So borracha".
- Clavelina te presento a Mary Joe y Agatha Klein. Mary Joe es hija de Rita P y Agatha es su novia.- Me acerqué a Clavelina para realizar las presentaciones más correctamente.
- Encantada chicas. Sois bellisimas.- Dijo Clavelina con sinceridad. Era algo inusual en ella.
- Estoy segura que lo ha dicho con segundas.- Comentó Margarita a una de las chicas de servicio que recogía la mesa del desayuno.- Esta detective no da puntada sin hilo.
- Estoy nerviosísima con todo esto.- Comentó Mary Joe entusiasmada. Cuando se dio cuenta de que Carmen Polo lo estaba pasando muy mal su entusiasmo sobraba en aquellos instantes o al menos debería guardarlo para si misma.- Oh cielo cariño siento mucho todo lo que está pasando.- Dijo Mary Joe a Carmen Polo abrazándola con fuerza.
- Si, lo sentimos mucho Carmen. Es todo un horror. Es como una pesadilla.- Comentó Aghata.
- No es una pesadilla es una realidad aplastante.- Contestó Clavelina Flowers.
- Y la llave. ¿Donde está la llave?.- Me pregunto Mary Joe directamente con tanto énfasis que todas se quedaron mirándome fijamente.
- Eso, eso. ¿Y la llave?.- Pregunto Margarita.- Te acabas de meter en un buen lío Macarena, Macarenita.
Mary Joe sin saberlo acababa de descubrir mi pequeño secreto.
Mary Joe sin saberlo acababa de descubrir mi pequeño secreto.
- ¿Pero a qué llave te refieres Mary Joe?.- Pregunto Carmen Polo.
- Me lo has quitado de la boca querida.- Contestó Clavelina Flowers.- Su gesto denotó un cierto aire de fastidio por haberle ocultado información del caso. Supo desde el primer momento que tantas locas juntas no le ayudarían en nada a resolver el caso.
- Bueno verán.- Intenté explicarme.- Déjeme que lo explique. Es que no podía decirlo hasta que abriese el cofre.- Contesté en tono de sincera disculpa.
- Recibió una llave por mensajería la misma mañana que recibisteis la carta lacrada de Carmencita Polainas.- Dijo Mary joe.
- ¿Y tú como diablos sabes todo eso?.- Pregunté un tanto indignada.
- Lo escribes todo en tu diario.- replico Mary Joe como si ella no tuviese culpa de nada.
- Y se puede saber como has leído mi diario.- Conteste muy irritada.
- Pues abriéndolo y leyéndolo. Que cosas mas raras tienes Macarena.- Dijo Mary Joe.
- Eso es obvio Mary Joe.- Me mordí la lengua.- Me refiero a ¿cómo pudiste entrar en mi casa?.- Pregunté.
- !Que tonteria¡. Pues como todas lo hacemos cuando no estas. Por la ventana. Mi madre me dijo que ella lo hacia y una vez necesitaba urgentemente unos zapatos de Prada. Llamé a tu puerta pero no estabas, ni tu ni Mila Jorovovich así que me acordé de lo que dijo mi madre. Por cierto tengo que devolverte los zapatos.
- Por favor ¿puedan parar de hablar tan seguido?. Me estoy mareando. ¿Tienes una llave que abre un cofre y no nos has dicho nada?.- Me pregunto Clavelina Flowers.
- En mi defensa tengo que decir que yo no asalto casas ajenas y menos saltando por una ventana, es tan vulgar. Yo tengo una copia de las llaves y tengo la contraseña de la alarma para desactivarla y desactivar las cámaras de vídeo vigilancia. Yo soy más chic, más de clase alta y eso se nota en estas cosas. Solo quería decir esto para que quede constancia.
Todas miramos a Margarita verdaderamente sorprendidas, no por el hecho de tener una copia de las llaves de mi casa y de cómo había conseguido la contraseña para desbloquear la alarma y las cámaras de vídeo vigilancia, sino comentar algo así en medio de aquel caos.
- En mi defensa tengo que decir que yo no asalto casas ajenas y menos saltando por una ventana, es tan vulgar. Yo tengo una copia de las llaves y tengo la contraseña de la alarma para desactivarla y desactivar las cámaras de vídeo vigilancia. Yo soy más chic, más de clase alta y eso se nota en estas cosas. Solo quería decir esto para que quede constancia.
Todas miramos a Margarita verdaderamente sorprendidas, no por el hecho de tener una copia de las llaves de mi casa y de cómo había conseguido la contraseña para desbloquear la alarma y las cámaras de vídeo vigilancia, sino comentar algo así en medio de aquel caos.
- Macarena sabrás que has puesto en peligro la vida de mi madre.- Comentó Carmen Polo.
- Sólo seguí los deseos de tu madre.- Contesté a Carmen.
- ¿Y cuando pensabas decírnoslo?.- Pregunto Clavelina.
- Pues cuando leyese el diario de Carmencita Polainas y estar segura de proteger su intimidad. Eso fue lo que me mando Carmencita Polainas. Leer yo primero su diario y que arrancase las páginas donde la historia subiese de tono para no dañar la sensibilidad de su hija. Yo solo hice lo que me mando Carmencita. Con tanto trajeo no me ha dado tiempo de leerlo aún. Sé que es lo primero que tuve que hacer nada más cruzar por la puerta pero estaba rodeada de un montón de locas !!! .- Grité como una histérica, la presión pudo conmigo.
EL DIARIO SECRETO DE CARMENCITA POLAINAS. Y NO ES PRECISAMENTE EL DIARIO DE NOA.
Subimos todas en silencio hacia el dormitorio de Carmencita Polainas. Yo me dirigí hacia el armario. Abrí sus puertas y retiré los vestidos que estaban colgados en perchas de madera. Tras los vestido y en el armario se podía apreciar una especie de caja fuerte. Y saqué la llave.
La misma llave que recibí horas después de la primera carta que todas pudimos leer en mi casa donde Carmencita nos pedía ayuda. La llave tenia forma de corazón y la cerradura de aquella especie de caja fuerte también, así que introduje la llave lentamente y la caja se abrió ligeramente con un click.
Todas se colocaron a mi espaldas deseosas de ver lo que estaba haciendo. El olor a perfume Chanel en aquella habitación cerrada era casi insoportable.
- Por favor abrir la ventana. Me estoy asfixiando.- Comenté entre nervios.
Saqué del interior de aquella caja fuerte un pequeño cuaderno. En la portada del mismo se podía leer escrito a mano con la letra de Carmencita Polainas: Mi Diario. Abrí la portada y comencé a leer.
Estuvimos dos horas leyendo aquel diario personal de Carmencita Polainas. Fuimos turnando en su lectura. Al terminar Clavelina Flowers se levantó de donde se encontraba sentada.
- Vaya. Una vida nada fácil la de tu querida madre.- Dijo mirando al suelo.
- No, nunca fue fácil su vida.- contestó Carmen Polo que ahora sabía todas las intimidades de su madre.
EL DIARIO DE CARMENCITA:
Básicamente pudimos descubrir de carmencita Polainas que estuvo enamorada de un hombre. Que su Madre hacía todo lo imposible para que ese amor no fluctuase.
Carmencita Polainas relataba en su diario cuando se quedó embarazada de Carmen Polo y su querido amor se negó a aceptar que él era el padre. También supimos de mano de su letra que también otras dos chicas más de la ciudad de Andújar se habían quedado embarazadas del mismo hombre, de su novio. Carmencita Polainas pudo averiguarlo todo ya que esas dos mujeres que se habían quedado embarazadas de su novio eran sus dos mejores amigas. Paquita Fernández y Luisa Pérez.
Cuando las tres supieron lo que aquel cerdo había hecho con ellas estuvieron a punto de vomitar. Resumía con sus propias palabras que las tres tuvieron que salir del pueblo de Andújar como apestadas por sus propias familias. Aquello era una desonrra y las familias no podían permitir todo aquello. ¿Qué dirían las vecinas?, ¿Qué diría todo el pueblo?. Las tacharian de PUTAS. Así que decidieron marchar del pueblo y comenzar una nueva vida. Mientras el padre de sus hijas permaneció en el pueblo sin que nadie se enterase de que el era el padre de tres criaturas. Las tres muchachas decidieron no revelar jamás el nombre de un cerdo misógino que sólo las había utilizado para sexo prometiéndole con mentiras ideas de matrimonio y felicidad. Prometieron bajo ningún concepto que sus hijas supiesen la identidad de su padre biológico. Las tres amigas embarazadas tuvieron tres preciosas niñas.
- Vaya, vaya, vaya. Menudo ejemplar.- Dijo Clavelina Flowers.
- ¿Un cabrón así es mi padre?.- Se preguntó Carmen Polo más así misma que a las allí presentes.
- Bueno pienso que hemos recogido una información muy valiosa. El padre de carmen Polo sigue en Andújar si no ha muerto ya. Según relata Carmencita Polainas en su tiempo debía de tener un puesto fijo de trabajo pues recibía regalos que un jornalero no podría haber comprado. Descartamos a todos los hombres mayores de 55 años sin un puesto de trabajo fijo. Ahora estoy pensando en la misiva que nos dejó Carmencita Polainas cuando fue secuestrada.
- El comisario ha dicho que no se puede hablar de secuestro.- Comento Margarita Rotemberger.
- El comisario como la mayoría de comisarios que se ven obligados a ceder su poder a una mujer como yo.- Dijo Clavelina Flowers.- Son unos auténticos gilipollas. Si no es capaz de aceptar que Carmencita Polainas ha sido víctima de EL LOBO, es que es tonto o sordo o ambas cosas. Y ese comisario no tiene nada de tonto ni de sordo.
Carmen Polo no pudo soportar más toda aquella situación. Todos los secretos intimos de la vida de su madre que acababa de descubrir. La desaparición, el nerviosismo de no saber nada. Carmen Polo sabía perfectamente que su madre estaba en manos de ese asesino apodado El Lobo y encima estábamos sin pistas como al principio.
- Eso no es cierto.- Comentó Clavelina Flowers. No estamos como al principio querida. El diario de Carmencita Polainas me ha hecho pensar muy seriamente sobre el hombre misterioso que dejó embarazadas a las tres amigas. Estamos ante un violador.- Clavelina Flowers se quedó quieta frente a la ventana mirando como llovía.- Pero un violador no suele descuartizar o matar de la forma que mata nuestro asesino. Con todo lo cual vuelvo a la misiva que nos dejó Carmencita Polainas y esas palabras misteriosas: LA SEMILLA DEL DIABLO. HUYE CARMEN.
Yo he visto un par de veces la película de Roman Polanski y he leído el libro de Ira Levin "La Semilla Del Diablo" o en ingles "Rosemary´s Baby". El libro como la película trata sobre un complot. Quiero decir que hay varias personas involucradas en todo este caso. No sólo hay un asesino que por azar mata a tres mujeres que fueron embarazadas por un cabrón misógino, sino que alguien más sabe todo lo que esta sucediendo, incluso me atrevería a afirmar que está encubriendo al asesino.
- ¿Quieres decir que todo lo que está pasando es un complot?.- Preguntó mi abuela muy interesada en cada palabra que pronunciaba Clavelina.
- No es exactamente eso.- Clavelina se dio la espalda y dejó de mirar a través de la ventana para mirarnos fijamente a todas.- Quiero decir que existe un asesino arropado por alguien. Alguien sabe todo lo que está haciendo el asesino y lo está encubriendo.
- Si, pero ¿Quién?.- Pregunto desesperada Carmen Polo.
Clavelina Flowers suspiró profundamente en su rostro se reflejaba impotencia.
- Todavía no lo sé cariño.- Contesto a Carmen Polo.- Pero de lo que si estoy segura es que tú estas en peligro al igual que las hijas de Luisa Pérez y Paquita Fernández. Ahora mismo no podemos hacer nada más por tu madre. Espero que lo comprendas Carmen. Debemos poner toda esta información en manos de las hijas de las víctimas y debemos traerlas aquí. Creo que el asesino quiera matarlas a ellas también. Incluida tú misma Carmen.
- Clavelina. ¿Crees que el asesino es el padre misterioso de Carmen Polo?.- Pregunté lo que con franqueza todas estábamos pensando.
- No exactamente Macarena. No exactamente debe ser el asesino. ¿Un hombre de más de 55 años de edad?, yo diría que más de 60 años de edad no puede despedazar cuerpos humanos con tal brutalidad y a la vez con tanta facilidad. Según los informes del forense los cortes y desmenbramientos fueron muy precisos. Eso está hecho por alguien más joven. No tengo referencia de un asesino en serie mayor de edad que haya cometido ese tipo de espeluznante salvajismo. A partir de cierta edad los asesinos en serie matan diferente. Todos son motivados por un impulso sexual mal sano. Pero la brutalidad en sus actos, quiero decir cuando el asesino es tan brutal su edad media está entre los 20 años y los 40.
- Conspiración.- Pronunció Rita P con un tono de voz serio y misterioso, como de culebrón de telenovela velezolana.
La misma llave que recibí horas después de la primera carta que todas pudimos leer en mi casa donde Carmencita nos pedía ayuda. La llave tenia forma de corazón y la cerradura de aquella especie de caja fuerte también, así que introduje la llave lentamente y la caja se abrió ligeramente con un click.
Todas se colocaron a mi espaldas deseosas de ver lo que estaba haciendo. El olor a perfume Chanel en aquella habitación cerrada era casi insoportable.
- Por favor abrir la ventana. Me estoy asfixiando.- Comenté entre nervios.
Saqué del interior de aquella caja fuerte un pequeño cuaderno. En la portada del mismo se podía leer escrito a mano con la letra de Carmencita Polainas: Mi Diario. Abrí la portada y comencé a leer.
Estuvimos dos horas leyendo aquel diario personal de Carmencita Polainas. Fuimos turnando en su lectura. Al terminar Clavelina Flowers se levantó de donde se encontraba sentada.
- Vaya. Una vida nada fácil la de tu querida madre.- Dijo mirando al suelo.
- No, nunca fue fácil su vida.- contestó Carmen Polo que ahora sabía todas las intimidades de su madre.
EL DIARIO DE CARMENCITA:
Básicamente pudimos descubrir de carmencita Polainas que estuvo enamorada de un hombre. Que su Madre hacía todo lo imposible para que ese amor no fluctuase.
Carmencita Polainas relataba en su diario cuando se quedó embarazada de Carmen Polo y su querido amor se negó a aceptar que él era el padre. También supimos de mano de su letra que también otras dos chicas más de la ciudad de Andújar se habían quedado embarazadas del mismo hombre, de su novio. Carmencita Polainas pudo averiguarlo todo ya que esas dos mujeres que se habían quedado embarazadas de su novio eran sus dos mejores amigas. Paquita Fernández y Luisa Pérez.
Cuando las tres supieron lo que aquel cerdo había hecho con ellas estuvieron a punto de vomitar. Resumía con sus propias palabras que las tres tuvieron que salir del pueblo de Andújar como apestadas por sus propias familias. Aquello era una desonrra y las familias no podían permitir todo aquello. ¿Qué dirían las vecinas?, ¿Qué diría todo el pueblo?. Las tacharian de PUTAS. Así que decidieron marchar del pueblo y comenzar una nueva vida. Mientras el padre de sus hijas permaneció en el pueblo sin que nadie se enterase de que el era el padre de tres criaturas. Las tres muchachas decidieron no revelar jamás el nombre de un cerdo misógino que sólo las había utilizado para sexo prometiéndole con mentiras ideas de matrimonio y felicidad. Prometieron bajo ningún concepto que sus hijas supiesen la identidad de su padre biológico. Las tres amigas embarazadas tuvieron tres preciosas niñas.
- Vaya, vaya, vaya. Menudo ejemplar.- Dijo Clavelina Flowers.
- ¿Un cabrón así es mi padre?.- Se preguntó Carmen Polo más así misma que a las allí presentes.
- Bueno pienso que hemos recogido una información muy valiosa. El padre de carmen Polo sigue en Andújar si no ha muerto ya. Según relata Carmencita Polainas en su tiempo debía de tener un puesto fijo de trabajo pues recibía regalos que un jornalero no podría haber comprado. Descartamos a todos los hombres mayores de 55 años sin un puesto de trabajo fijo. Ahora estoy pensando en la misiva que nos dejó Carmencita Polainas cuando fue secuestrada.
- El comisario ha dicho que no se puede hablar de secuestro.- Comento Margarita Rotemberger.
- El comisario como la mayoría de comisarios que se ven obligados a ceder su poder a una mujer como yo.- Dijo Clavelina Flowers.- Son unos auténticos gilipollas. Si no es capaz de aceptar que Carmencita Polainas ha sido víctima de EL LOBO, es que es tonto o sordo o ambas cosas. Y ese comisario no tiene nada de tonto ni de sordo.
Carmen Polo no pudo soportar más toda aquella situación. Todos los secretos intimos de la vida de su madre que acababa de descubrir. La desaparición, el nerviosismo de no saber nada. Carmen Polo sabía perfectamente que su madre estaba en manos de ese asesino apodado El Lobo y encima estábamos sin pistas como al principio.
- Eso no es cierto.- Comentó Clavelina Flowers. No estamos como al principio querida. El diario de Carmencita Polainas me ha hecho pensar muy seriamente sobre el hombre misterioso que dejó embarazadas a las tres amigas. Estamos ante un violador.- Clavelina Flowers se quedó quieta frente a la ventana mirando como llovía.- Pero un violador no suele descuartizar o matar de la forma que mata nuestro asesino. Con todo lo cual vuelvo a la misiva que nos dejó Carmencita Polainas y esas palabras misteriosas: LA SEMILLA DEL DIABLO. HUYE CARMEN.
Yo he visto un par de veces la película de Roman Polanski y he leído el libro de Ira Levin "La Semilla Del Diablo" o en ingles "Rosemary´s Baby". El libro como la película trata sobre un complot. Quiero decir que hay varias personas involucradas en todo este caso. No sólo hay un asesino que por azar mata a tres mujeres que fueron embarazadas por un cabrón misógino, sino que alguien más sabe todo lo que esta sucediendo, incluso me atrevería a afirmar que está encubriendo al asesino.
- ¿Quieres decir que todo lo que está pasando es un complot?.- Preguntó mi abuela muy interesada en cada palabra que pronunciaba Clavelina.
- No es exactamente eso.- Clavelina se dio la espalda y dejó de mirar a través de la ventana para mirarnos fijamente a todas.- Quiero decir que existe un asesino arropado por alguien. Alguien sabe todo lo que está haciendo el asesino y lo está encubriendo.
- Si, pero ¿Quién?.- Pregunto desesperada Carmen Polo.
Clavelina Flowers suspiró profundamente en su rostro se reflejaba impotencia.
- Todavía no lo sé cariño.- Contesto a Carmen Polo.- Pero de lo que si estoy segura es que tú estas en peligro al igual que las hijas de Luisa Pérez y Paquita Fernández. Ahora mismo no podemos hacer nada más por tu madre. Espero que lo comprendas Carmen. Debemos poner toda esta información en manos de las hijas de las víctimas y debemos traerlas aquí. Creo que el asesino quiera matarlas a ellas también. Incluida tú misma Carmen.
- Clavelina. ¿Crees que el asesino es el padre misterioso de Carmen Polo?.- Pregunté lo que con franqueza todas estábamos pensando.
- No exactamente Macarena. No exactamente debe ser el asesino. ¿Un hombre de más de 55 años de edad?, yo diría que más de 60 años de edad no puede despedazar cuerpos humanos con tal brutalidad y a la vez con tanta facilidad. Según los informes del forense los cortes y desmenbramientos fueron muy precisos. Eso está hecho por alguien más joven. No tengo referencia de un asesino en serie mayor de edad que haya cometido ese tipo de espeluznante salvajismo. A partir de cierta edad los asesinos en serie matan diferente. Todos son motivados por un impulso sexual mal sano. Pero la brutalidad en sus actos, quiero decir cuando el asesino es tan brutal su edad media está entre los 20 años y los 40.
- Conspiración.- Pronunció Rita P con un tono de voz serio y misterioso, como de culebrón de telenovela velezolana.
TENGO UN PLAN
Clavelina Flowers se cambió de vestido. Bajó las escaleras. Su expresión de rostro era de preocupación.
- Tengo un plan.- Comentó a todas mientras la esperábamos en el salón.
- Maravilloso Clavelina. ¿Y se puede saber cual es ese plan?.- Preguntó Rita P.
- Es sencillo. Eso espero.- Clavelina miró específicamente a Rita P y Margarita Rotemberger.- Macarena, Margarita y Rita P irán a comisaria. Tendréis que pedir los informes forenses de las víctimas. La señora Marquesa, Carmen Polo y yo iremos a la casa de Luisa Pérez y Paquita Fernández. Vamos a tratar de convencer a sus hijas que esta casa es el mejor sitio donde pueden estar ya que corren peligro. Tú Aghata no quiero que salgas de casa para nada. No te asomes a las ventanas. Nadie te puede ver. De echo tengo una pregunta. ¿Quien te ha visto al llegar a la ciudad?.
Agatha pensó un instante.
- Creo que solo nos vio el taxista que nos trajo a casa.- contestó
- Si yo también estoy segura. Sólo había un taxi en la estación de trenes, era el taxi numero 13.- Comentó Mary Joe.
- Bien, solo una persona ha visto a un bellezón de portada de Vogue. Ya estará circulando por toda la ciudad.- Contestó Clavelina un tanto apesadumbrada.- Pero bueno lo intentaremos. Agatha, no salgas de la casa para nada. No puede verte nadie.
- ¿Y yo que hago?.- Preguntó Mary Joe.
- Estoy segurísima que sabrás hacer muchas cosas con Agatha en una casa vacía durante un par de horas.- Contestó Margarita Rotemberger.- Son lesbianas sabe!. Informó a Clavelina algo que ya era obvio.
Clavelina sonrió normalmente y se fijó en el traje de Margarita.
- !Por Dios qué traje tan precioso llevas¡.- Exclamó Clavelina poniendo un tono de frivolidad en su forma de expresarse. Otra vez algo inusual en ella.
- Ah! es un trapito de nada. Un Chanel de última temporada.- Contestó Margarita sonriendo abiertamente utilizando esa caída de pestañas que le otorgaba cierto misterio de dama sofisticada.
- Tengo un broche de diamantes que le iría fenomenal. Lo bajo ahora mismo y te lo presto.- Comentó Clavelina mientras subía las escaleras hacia su dormitorio de dos en dos.
- !Un broche de diamantes has dicho¡.- Contestó Margarita. Vaya un broche de diamantes.- Margarita sonrió.- Queda claro quien es la preferida de la señorita Clavelina.- Dijo a todas las presentes.
Segundos después Clavelina le colocó el broche de diamantes en la solapa del traje Chanel de Margarita.
- Es una preciosidad.- Sonrió Margarita.
- Es Egipcio.- Contestó Clavelina.
- Es fabuloso.- Contestó Margarita.
- Bien. ¿Todas sabemos ya lo que tenemos que hacer?.- Preguntó por ultima vez Clavelina.
- Margarita, Rita p y yo vamos a la policía para pedirle al comisario los informes forenses y mientras ustedes trataran de convencer a las hijas de las víctimas que corren un grave peligro y que estar aquí con nosotras es la opción mejor para ellas.
- Esacto, es básicamente eso. ¿Es sencillo no?.- Preguntó Clavelina temiendo que alguna de ellas fastidiase algo tan fácil de hacer.
- Claro, clarísimo, clarinete señorita Clavelina.- Contestó Margarita Rotemberger.
TRES MUJERES UN TAXISTA UNA INSENSATA Y UNA BOTELLA DE WHISKEY
Margarita Rotemberger llamó a un taxi para que las recogiera de casa. Pidió el número 13.
- Nos estamos saliendo del plan.- comente.- No creo que esto le guste a Clavelina.
- Por Dios Macarena sólo estoy llamando a un taxi. No me apetece andar nada y hace un tiempo espantoso. No tengo ganas que se estropeen estos zapatos de de Gucci.
- Bueno supongo que no es salirse del plan solo ahorrar tiempo.- Comenté.
- Pues claro mujer.- Contesto Margarita Rotemberger.- Mirar ahí viene el taxi número 13.- Margarita sonrió levemente mientras cogía su bolso entre ambas manos como si dentro de él llevase un gran secreto.
Entramos las tres en el taxi. El taxista se quedo mirándonos un poco perplejo. Imagino que no estaba acostumbrado a ver a tres mujeres como nosotras. Precisamente no pasábamos desapercibidas con nuestro modelos y aquel broche de diamantes que le había prestado Clavelina a Margarita.
- ¿Por favor nos lleva a la Policía Nacional?.- Indiqué
- Ahora mismo señoritas. Veo que no son de Andújar pues la comisaria está a tan solo dos calles de aquí. Dijo el taxista.
- Verá es que no tenemos ganas de andar. Estamos exhaustas del viaje desde Madrid.- Comento Rita P.
Y todo lo que sucedió después pasó como a cámara lenta:
Margarita Rotemberger se encontraba sentada tras el taxista. De su bolso sacó una botella de whiskey vacía. La alzó y golpeó al taxista en la cabeza. El hombre cayó desmayado en el acto.
- AAAAAAAAA !!! Dios mío, dios mío.
- AAAAAAAAAAAAAa !!! ¿Pero que has hecho?
- Callaros ya escandalosas. ¿Quereis que la gente se fije en nosotras con vuestros gritos de histéricas?.
- Pero Margarita acabas de darle un botellazo al taxista. ¿Pero qué te ha hecho el taxista?.- Pregunto Rita P completamente alucinada.
- Ah! se ve que no estáis aprendiendo nada de la gran Clavelina. Este taxista es el único que vio a Agatha llegar al pueblo. Le he dado un botellazo en la cabeza para ser más precisa en una zona esacta de la cabeza y con la fuerza suficiente como para no matarlo pero sí crearle una perdida de memoria. Con suerte no podrá reconocer a Aghata o en su defecto hablar de que esta mañana a primera hora recogió en su taxi a una belleza que le recordaba a una modelo que sale mucho en anuncios de televisión.- Margarita guardó la botella de whiskey en su bolso Chanel.
- Dios santo esta loca. ¿Cómo sabes que no lo has matado?.- Pregunté terriblemente asustada.
- Cariño llevo practicando este arte desde hace años. Cuando mis maridos multimillonarios octogenarios sospechas o saben de alguna de mis infidelidades le arreo con una botella en la cabeza en una zona y con una fuerza que solo la destreza de hacerlo muchas veces te da. Así olvidan que les he puesto los cuernos y mi matrimonio sobrevive a esa pequeña crisis.
- Esta loca.- Contestó Rita P como si por primera vez lo dijese completamente en serio.
- Ahhh no seais "tiquismiquis" vamos no es para tanto. Os aseguro que este hombre despertará de aquí a una hora y no recordará nada. La señorita Clavelina estaba molesta porque alguien había visto a Aghata llegar a la ciudad. Por algo será ¿no creen?. Bien pues yo acabo de resolver el problema. Encima que colaboro en la investigación. Deberíais aplaudirme en vez de poner esas caras de rancias, esas caras de ladillas de váter de carretera. Dejar de mirarme así y salir ya del taxi, aquí huele a humanidad por Dios no lo soportó más.
Todo fue tan astracto que hicimos por primera vez lo que Margarita Rotemberger nos ordenó. Salimos del taxi, cerramos la puerta y nos dirigimos andando hacia comisaria. Por primera vez parecia qe Margarita Rotemberger se comportaba como una autentica mujer normal, tomando ella misma el mando de la situación. La lástima es que simplemente lo parecía.
- Nos estamos saliendo del plan.- comente.- No creo que esto le guste a Clavelina.
- Por Dios Macarena sólo estoy llamando a un taxi. No me apetece andar nada y hace un tiempo espantoso. No tengo ganas que se estropeen estos zapatos de de Gucci.
- Bueno supongo que no es salirse del plan solo ahorrar tiempo.- Comenté.
- Pues claro mujer.- Contesto Margarita Rotemberger.- Mirar ahí viene el taxi número 13.- Margarita sonrió levemente mientras cogía su bolso entre ambas manos como si dentro de él llevase un gran secreto.
Entramos las tres en el taxi. El taxista se quedo mirándonos un poco perplejo. Imagino que no estaba acostumbrado a ver a tres mujeres como nosotras. Precisamente no pasábamos desapercibidas con nuestro modelos y aquel broche de diamantes que le había prestado Clavelina a Margarita.
- ¿Por favor nos lleva a la Policía Nacional?.- Indiqué
- Ahora mismo señoritas. Veo que no son de Andújar pues la comisaria está a tan solo dos calles de aquí. Dijo el taxista.
- Verá es que no tenemos ganas de andar. Estamos exhaustas del viaje desde Madrid.- Comento Rita P.
Y todo lo que sucedió después pasó como a cámara lenta:
Margarita Rotemberger se encontraba sentada tras el taxista. De su bolso sacó una botella de whiskey vacía. La alzó y golpeó al taxista en la cabeza. El hombre cayó desmayado en el acto.
- AAAAAAAAA !!! Dios mío, dios mío.
- AAAAAAAAAAAAAa !!! ¿Pero que has hecho?
- Callaros ya escandalosas. ¿Quereis que la gente se fije en nosotras con vuestros gritos de histéricas?.
- Pero Margarita acabas de darle un botellazo al taxista. ¿Pero qué te ha hecho el taxista?.- Pregunto Rita P completamente alucinada.
- Ah! se ve que no estáis aprendiendo nada de la gran Clavelina. Este taxista es el único que vio a Agatha llegar al pueblo. Le he dado un botellazo en la cabeza para ser más precisa en una zona esacta de la cabeza y con la fuerza suficiente como para no matarlo pero sí crearle una perdida de memoria. Con suerte no podrá reconocer a Aghata o en su defecto hablar de que esta mañana a primera hora recogió en su taxi a una belleza que le recordaba a una modelo que sale mucho en anuncios de televisión.- Margarita guardó la botella de whiskey en su bolso Chanel.
- Dios santo esta loca. ¿Cómo sabes que no lo has matado?.- Pregunté terriblemente asustada.
- Cariño llevo practicando este arte desde hace años. Cuando mis maridos multimillonarios octogenarios sospechas o saben de alguna de mis infidelidades le arreo con una botella en la cabeza en una zona y con una fuerza que solo la destreza de hacerlo muchas veces te da. Así olvidan que les he puesto los cuernos y mi matrimonio sobrevive a esa pequeña crisis.
- Esta loca.- Contestó Rita P como si por primera vez lo dijese completamente en serio.
- Ahhh no seais "tiquismiquis" vamos no es para tanto. Os aseguro que este hombre despertará de aquí a una hora y no recordará nada. La señorita Clavelina estaba molesta porque alguien había visto a Aghata llegar a la ciudad. Por algo será ¿no creen?. Bien pues yo acabo de resolver el problema. Encima que colaboro en la investigación. Deberíais aplaudirme en vez de poner esas caras de rancias, esas caras de ladillas de váter de carretera. Dejar de mirarme así y salir ya del taxi, aquí huele a humanidad por Dios no lo soportó más.
Todo fue tan astracto que hicimos por primera vez lo que Margarita Rotemberger nos ordenó. Salimos del taxi, cerramos la puerta y nos dirigimos andando hacia comisaria. Por primera vez parecia qe Margarita Rotemberger se comportaba como una autentica mujer normal, tomando ella misma el mando de la situación. La lástima es que simplemente lo parecía.
EL BROCHE PRODIGIOSO
Tan solo tuvimos que caminar dos calles para llegar al edificio de la Policía Nacional.
Yo no comprendía muy bien cómo Clavelina Flowers nos había enviado a nosotras para pedir algo tan delicado como los informes forenses de las dos víctimas del El LOBO. También me preocupaba la reacción del comisario Jefe Don Salvador Castro ante nuestra petición. Estaba segura que se negaría. Lo extraño de todo es que yo también pensaba que Clavelina Flowers sabía que el comisario Salvador Castro también se negaría a darnos esos informes. Entonces ¿porqué mandarnos a nosotras a aquella misión imposible?.
Yo no comprendía muy bien cómo Clavelina Flowers nos había enviado a nosotras para pedir algo tan delicado como los informes forenses de las dos víctimas del El LOBO. También me preocupaba la reacción del comisario Jefe Don Salvador Castro ante nuestra petición. Estaba segura que se negaría. Lo extraño de todo es que yo también pensaba que Clavelina Flowers sabía que el comisario Salvador Castro también se negaría a darnos esos informes. Entonces ¿porqué mandarnos a nosotras a aquella misión imposible?.
Mientras en la casa de Carmencita. Clavelina abrió su portátil apple. Juntó a todas las presentes al rededor del monitor del portátil. Podía ver una imagen en negro y el símbolo de Chanel.
- Si esa burra no retira el bolso de la visión de la cámara no vamos a ver nada.- Comento nerviosa Clavelina.
- ¿Has mandado a las chicas con una cámara a la policía?.- Pregunto Mary Joe.
- Si. El broche que le he prestado a Margarita no es de diamantes. No estoy tan loca. Es un broche con una mini cámara oculta. Quiero ver lo que opina de mi el señor Salvador Castro y lo que opina en general de nuestra intromisión en el caso de los asesinatos. Pero si esa burra de Margarita no retira el bolso de su pecho, no vamos a ver nada, solo tendremos audio. Yo quiero ver la expresión del comisario jefe.
- ¿Sospechas algo sobre él?. Pregunto el chófer David.
- Ahora mismo querido David sospecho de todo el mundo. Incluso de ti mismo.- Clavelina miró a David y sonrió.- Ni se te ocurra volver a tocarme las manos.- Dijo Clavelina sin dejar de sonreír ligeramente.
- Señor Comisario Jefe.- Dijo Margarita Rotemberger bajando su bolso. Por fin en la casa Clavelina y todas los presentes pudieron ver la imagen clara y nítida en la pantalla del ordenador.- Queremos los informes forenses de las dos asesinadas. Los informes de Luisa Pérez y Paquita Fernández.
- ¿Cómo dice usted?.- Contestó Salvador Castro.- ¿Pero quienes se han creído ustedes?.
En ese momento decidí intervenir.
- Mire señor Salvador. La señorita Clavelina Flowers tiene pleno acceso a toda la información del caso. Usted lo sabe perfectamente. Las ordenes vienen directamente del departamento del FBI en España. Su deber es dejarnos esos informes ya que la señorita Clavelina no puede venir a recogerlos ella misma. Está estudiando el caso con meticulosidad extrema y no puede perder el tiempo haciendo recados que nosotras podemos hacer perfectamente.
- Siento decirles que tanto los informes forenses como todo el sumario de los casos han desaparecido.- Contestó Salvador Castro sin expresar el mínimo sentimiento de preocupación.
- ¿Cómo dice usted?.- Pregunté aterrorizada.
- Pues como lo oye señorita. O quiere que se lo de por escrito.- El comisario jefe llamó por teléfono a uno de sus compañeros. a los cinco minutos entraba un joven policía.
- Sí digame señor.
- ¿Puede explicarle usted señor Alfonso qué es lo que ha ocurrido con los informes de los asesinatos de El Lobo?
- Pues verán señoritas. Han desaparecido. Simple y llanamente. No lo encontramos.
- ¿Es suficiente nuestra explicación?.- Preguntó el Comisario Jefe.
- Si, está claro. Lo que no se si lo estará para la señorita Clavelina Flowers.- Contesté en tono amenazador.
- ¿Quien, esa pija de ciudad aspirante a detective?.- Preguntó Salvador Castro a mono de burla.
Mientras en la casa de Carmencita Polainas todos los allí reunidos podían ver las secuencias en la pantalla del ordenador, gracias a la cámara de vídeo que llevaba Margarita en forma de broche.
- Será cabrón.- Comentó Clavelina Flowers.
- ¿Que quiere decir con eso de que han perdido los informes?.- Preguntó carmen Polo preocupada.
- Pues cariño que este señor, el comisario jefe nos quiere joder. No cuenta que todos los informes fueron fotografiados cuando me dejaron a solas con ellos. Los tengo en mi GMail.- Clavelina sonrió pero aquel desprecio que había mostrado el comisario jefe en el caso, aquella mentira obvia sobre la perdida de los informes de los asesinatos no hacía otra cosa en Clavelina que levantar serias sospechas.
Mientras el comisario Don Salvador Castro tuvo que dejar a las chicas solas en su despacho. Un rumor de ultima hora sobre EL LOBO corría por los pasillos de la comisaría. Así que Rita P, Margarita y yo nos quedamos solas en el despacho del el inexpresivo comisario jefe.
Margarita se encontraba mirando una repisa repleta de libros.
- ¿Qué encuadernaciones más preciosas?.- Comentaba.
De repente una voz que salia de la nada le dijo a Margarita:
- Oculta el broche en el despacho del comisario.
Margarita se quedó pálida. Me miro aterrorizada y se dirigió paso a paso como quien teme no hacer ruido al pisar cristales rotos hacia mi.
- Macarena. ¿A ti te habla Dios?.
- Pero qué dices. A mi no me habla Dios porque entre otras cosas soy atea.
- ¿Y tu conciencia, te habla tu conciencia?.- Preguntó Margarita sin retirarsele aquel color pálido de su rostro como si hubiera visto un fantasma.
- Si claro. Mi conciencia me habla.- contesté sin tener idea de lo que le ocurría. Rita P aseguro que ya debía de estar borracha.
- ¿Pero cuando la voz de tu conciencia te habla se parece a la voz de Clavelina?.- Preguntó Margarita.
- ¿Cómo dices?.- Pregunto Rita P.
- Juro que alguien me ha hablado. Lo he oído perfectamente.
- Que has escuchado si se puede saber.- Comento Rita P.- Esta va a peor Macarena, yo lo aviso. Esta va a peor. Tu adicción al alcohol y a las bezociacepinas te van a llevar al manicomio.
- Margarita cariño concentrate. ¿Que es lo que has escuchado exactamente?.
- Pues exactamente una voz femenina muy parecida a la voz de Clavelina me ha dicho: "Oculta el broche en el despacho del comisario".
La verdad que era extraño todo lo que nos estaba contando Margarita. Antes de seguir con la conversacion le registramos el bolso por si llevaba mini botellitas de alcohol o pastillas relajantes. Nada, el bolso estaba limpio, solo la botella vacía de whiskey con la que había golpeado al taxista.
- Pues no está bebida.- Dijo Rita P como sin comprender entonces qué es lo que le sucedía a Margarita. ¿Que extraño, está sobria?.
Una pequeña luz se reflejó en las gafas de Rita P. La luz roja provenía del broche que llevaba puesto Margarita, el broche que le había prestado Clavelina. Una luz roja y parpadeante casi inapreciable.
- ¿Que es esto?.- Me pregunte para mi misma y en ese preciso momento una voz salió del broche.
- Ocultar el broche en el despacho del comisario. Va a regresar de un momento a otro.
- ¿Clavelina?.- Pregunté un tanto asombrada.
- Si Macarena. Soy Clavelina. El broche es una mini cámara con medio de trasmisión. Dejar el broche rápido.
- Osea que no estoy loca.- Margarita me miró fijamente.- Ni borracha.- Miró a Rita P.- Osea que Clavelina me manda a la policía con una cámara oculta, será hija de puta. He estado a punto de matar a un pobre taxista, me dejo el pellejo en este caso y es así como me lo paga. ¿Mandandome como chivo espiatorio?.
-Un momento.- Dije asustada.- Cómo es eso que casi matas a un pobre taxista. Tu nos dijiste que sabias perfectamente lo que hacías al darle con la botella en la cabeza.
- Bueno mujer, exactamente, exactamente es una palabra con un amplio esprectro de interpretación.
- ¿Quieres decir que le has arreado un botellazo en la cabeza a un hombre y que es posible que lo hayas matado?.- Preguntó Rita P.
- Bueno, espero no haberlo matado.
- Pero no era un practica que realizabas con extrema destreza so cabrona, loca que estas realmente loca.- Gritó Rita P.
- Destreza, destreza, es una palabra con un amplio esprectro de interpretación.
- La madre que te parió. Yo la mato aquí mismo. La mato.- Rita P estaba a punto de coger a margarita del cuello para estrangularla con sus propias manos cuando Clavelina volvió a hablar por el broche.
- Hemos perdido cobertura. No sabemos lo que estáis hablando y la señal de vídeo se pierde. Solo puedo decir si me escucháis que ocultéis el broche en el despacho del comisario y salgáis de ahí inmediatamente.
Arranqué el broche del vestido de Margarita y lo dejé sobre una estantería oculto entre dos libros y salimos del despacho sin despedirnos de nadie. Salimos con la sensación de ser espías sacadas de una película de esas de la KGB.
- Siento decirles que tanto los informes forenses como todo el sumario de los casos han desaparecido.- Contestó Salvador Castro sin expresar el mínimo sentimiento de preocupación.
- ¿Cómo dice usted?.- Pregunté aterrorizada.
- Pues como lo oye señorita. O quiere que se lo de por escrito.- El comisario jefe llamó por teléfono a uno de sus compañeros. a los cinco minutos entraba un joven policía.
- Sí digame señor.
- ¿Puede explicarle usted señor Alfonso qué es lo que ha ocurrido con los informes de los asesinatos de El Lobo?
- Pues verán señoritas. Han desaparecido. Simple y llanamente. No lo encontramos.
- ¿Es suficiente nuestra explicación?.- Preguntó el Comisario Jefe.
- Si, está claro. Lo que no se si lo estará para la señorita Clavelina Flowers.- Contesté en tono amenazador.
- ¿Quien, esa pija de ciudad aspirante a detective?.- Preguntó Salvador Castro a mono de burla.
Mientras en la casa de Carmencita Polainas todos los allí reunidos podían ver las secuencias en la pantalla del ordenador, gracias a la cámara de vídeo que llevaba Margarita en forma de broche.
- Será cabrón.- Comentó Clavelina Flowers.
- ¿Que quiere decir con eso de que han perdido los informes?.- Preguntó carmen Polo preocupada.
- Pues cariño que este señor, el comisario jefe nos quiere joder. No cuenta que todos los informes fueron fotografiados cuando me dejaron a solas con ellos. Los tengo en mi GMail.- Clavelina sonrió pero aquel desprecio que había mostrado el comisario jefe en el caso, aquella mentira obvia sobre la perdida de los informes de los asesinatos no hacía otra cosa en Clavelina que levantar serias sospechas.
Mientras el comisario Don Salvador Castro tuvo que dejar a las chicas solas en su despacho. Un rumor de ultima hora sobre EL LOBO corría por los pasillos de la comisaría. Así que Rita P, Margarita y yo nos quedamos solas en el despacho del el inexpresivo comisario jefe.
Margarita se encontraba mirando una repisa repleta de libros.
- ¿Qué encuadernaciones más preciosas?.- Comentaba.
De repente una voz que salia de la nada le dijo a Margarita:
- Oculta el broche en el despacho del comisario.
Margarita se quedó pálida. Me miro aterrorizada y se dirigió paso a paso como quien teme no hacer ruido al pisar cristales rotos hacia mi.
- Macarena. ¿A ti te habla Dios?.
- Pero qué dices. A mi no me habla Dios porque entre otras cosas soy atea.
- ¿Y tu conciencia, te habla tu conciencia?.- Preguntó Margarita sin retirarsele aquel color pálido de su rostro como si hubiera visto un fantasma.
- Si claro. Mi conciencia me habla.- contesté sin tener idea de lo que le ocurría. Rita P aseguro que ya debía de estar borracha.
- ¿Pero cuando la voz de tu conciencia te habla se parece a la voz de Clavelina?.- Preguntó Margarita.
- ¿Cómo dices?.- Pregunto Rita P.
- Juro que alguien me ha hablado. Lo he oído perfectamente.
- Que has escuchado si se puede saber.- Comento Rita P.- Esta va a peor Macarena, yo lo aviso. Esta va a peor. Tu adicción al alcohol y a las bezociacepinas te van a llevar al manicomio.
- Margarita cariño concentrate. ¿Que es lo que has escuchado exactamente?.
- Pues exactamente una voz femenina muy parecida a la voz de Clavelina me ha dicho: "Oculta el broche en el despacho del comisario".
La verdad que era extraño todo lo que nos estaba contando Margarita. Antes de seguir con la conversacion le registramos el bolso por si llevaba mini botellitas de alcohol o pastillas relajantes. Nada, el bolso estaba limpio, solo la botella vacía de whiskey con la que había golpeado al taxista.
- Pues no está bebida.- Dijo Rita P como sin comprender entonces qué es lo que le sucedía a Margarita. ¿Que extraño, está sobria?.
Una pequeña luz se reflejó en las gafas de Rita P. La luz roja provenía del broche que llevaba puesto Margarita, el broche que le había prestado Clavelina. Una luz roja y parpadeante casi inapreciable.
- ¿Que es esto?.- Me pregunte para mi misma y en ese preciso momento una voz salió del broche.
- Ocultar el broche en el despacho del comisario. Va a regresar de un momento a otro.
- ¿Clavelina?.- Pregunté un tanto asombrada.
- Si Macarena. Soy Clavelina. El broche es una mini cámara con medio de trasmisión. Dejar el broche rápido.
- Osea que no estoy loca.- Margarita me miró fijamente.- Ni borracha.- Miró a Rita P.- Osea que Clavelina me manda a la policía con una cámara oculta, será hija de puta. He estado a punto de matar a un pobre taxista, me dejo el pellejo en este caso y es así como me lo paga. ¿Mandandome como chivo espiatorio?.
-Un momento.- Dije asustada.- Cómo es eso que casi matas a un pobre taxista. Tu nos dijiste que sabias perfectamente lo que hacías al darle con la botella en la cabeza.
- Bueno mujer, exactamente, exactamente es una palabra con un amplio esprectro de interpretación.
- ¿Quieres decir que le has arreado un botellazo en la cabeza a un hombre y que es posible que lo hayas matado?.- Preguntó Rita P.
- Bueno, espero no haberlo matado.
- Pero no era un practica que realizabas con extrema destreza so cabrona, loca que estas realmente loca.- Gritó Rita P.
- Destreza, destreza, es una palabra con un amplio esprectro de interpretación.
- La madre que te parió. Yo la mato aquí mismo. La mato.- Rita P estaba a punto de coger a margarita del cuello para estrangularla con sus propias manos cuando Clavelina volvió a hablar por el broche.
- Hemos perdido cobertura. No sabemos lo que estáis hablando y la señal de vídeo se pierde. Solo puedo decir si me escucháis que ocultéis el broche en el despacho del comisario y salgáis de ahí inmediatamente.
Arranqué el broche del vestido de Margarita y lo dejé sobre una estantería oculto entre dos libros y salimos del despacho sin despedirnos de nadie. Salimos con la sensación de ser espías sacadas de una película de esas de la KGB.
SEGUNDA PARTE DEL PLAN
David Salamanca ya tenia preparado el coche. Clavelina Flowers y mi querida abuela se dirigían a la casa de las hijas de las asesinadas Luisa Pérez y Paquita Fernández. Debían convencerlas que estaban en peligro y que pasar un tiempo en nuestra especie de campamento que es en lo que se había convertido la casa de Carmencita Polainas era la mejor opción.
Antes de salir de casa mi abuela abrió un cajón de una mesita que se hayaba en la entrada de la puerta. Le llamó la atención que el cajón estaba semicerrado. Dentro había una pequeña agenda. La repasó por lo alto y algo le llamó la atención.
- Mira esto Clavelina. Aquí hay una anotación el día de la desaparición de Carmencita Polainas.
Clavelina cogió el blog de notas y leyó despacio.
El día de la desaparición de Carmencita un instalador de gas tenia que revisar la caldera de la casa. El instalador de gas no pudo atender a Carmencita Polainas antes debido a las obras que estaban realizando en el convento de las monjas Trinitarias.
- Supongo que tendremos que visitar ese convento y esas obras.- Comentó Clavelina cerrando la puerta de la casa y entrando ya en el coche.
- Cuando ustedes quieran.- Dijo David.
- Estamos listas querido.- Comento Clavelina.- Ah querido David, quería decirte una cosa. Cuando hablemos con las hijas de las víctimas quiero que las saludes con la mano. Ya sabes. Sácales toda la información que puedas.
- Si señora. Lo intentaré aunque si no están receptivas no lograré nada, solo veré imágenes confusas.
- ¿Y que es lo que hay que hacer para que estén receptivas a tu don?.- Preguntó la detective.
- Básicamente tienen que tener miedo. Encontrarse con una noticia que las desequilibre por unos segundos. Cosas que las despiste de la realidad por unos segundos.
- Bien pues entonces creo que es justo lo que vamos hacer cuando le contemos todo lo que está ocurriendo y todo lo que sospechamos sobre el asesinato de sus madres.
- ¿Pero qué pasa David. Porqué no salimos ya?.- Preguntó mi abuela.
- Hay un taxi aparcado que me impide maniobrar con facilidad.
- Si, si. Mira Clavelina. El taxista está durmiendo.- Comentó mi abuela.
Cuando David logro sacar el coche pasaron junto al taxi. La ventanilla del taxista estaba manchada de sangre.
- ¿Se han fijado?. Pregunto David.
- Si lo hemos visto. ¿Qué extraño todo?.- Comentó mi abuela.
- Si aquí en este pueblo todo es muy extraño.- Contestó Clavelina encendiendo un cigarrillo extralargo.
- Ni que lo jures.- Mi abuela seguía mirando la ventanilla ensangrentada del taxista.- Que gentes más raras !!!!!
- Ni que lo jures.- Mi abuela seguía mirando la ventanilla ensangrentada del taxista.- Que gentes más raras !!!!!
NO MATARÁS
EL LOBO se encontraba en su dormitorio echado sobre su cama recordando el color rojo de la sangre. Cada momento, cada olor, cada sensación la había guardado en su rincon favorito de su mente como un preciado tesoro.
La puerta del dormitorio se abrió bruscamente. La sombra del hombre se proyectó en el suelo de la habitación.
- Deja de Matar. O yo mismo te retorceré el cuello con mis propias manos.- Dijo la voz de un hombre a EL LOBO.
El asesino se acurrucó como un niño asustado, tapando su cuerpo con la colcha de la cama. Antes de que el hombre volviese a cerrar la puerta EL LOBO se tapó la cabeza con las sábanas. Aterrorizado por la presencia de aquel hombre en su habitación y por la amenaza recibida, sabía que lo que habia dicho sobre su cuello lo haría sin remordimiento alguno.
FINAL DEL CAPITULO 1