viernes, 19 de abril de 2013

EL EXORCISMO DE MARY JOE. Parte 2. "EL CORRAL DEL VICIO".

LA DIVINA PASIÓN NO LA DEJABA EN PAZ. LOS ÉXTASIS DE SOR AGATHA.
Sor Agatha estaba reclinada sobre su cama en su celda. Una habitación austera de paredes grises con un crucifijo sobre la cabecera y un mueble con una palangana para lavarse la cara.
Se encontraba rodeada de Sor Angustia y Sor Piedad quienes la cuidaban con paciencia y devoción. Todas le tenían mucho cariño y también sabían que Sor Agatha no podía desfallecer pues era el miembro de la congregación que más dinero aportaba. En resumidas cuentas todo el convento vivía de sus divinos dones.
La hermana superiora Alfonsina se encontraba en su despacho hablando por teléfono con el director de la penitenciaria de depredadores sexuales  "EL CORRAL DEL VICIO", Don Enrique Bachiller.
- Si sabemos que hace dos semanas que no acudimos a su cárcel. Pero eso no quiere decir que Sor Agatha esté preparada en unos días para realizar sus "milagros" con sus presidiarios. No, estoy segura que en tan solo unos días estará en plenas facultades.
- Hermana Alfonsina. No podemos continuar así. Necesitamos a Sor Agatha de inmediato. Los presos están completamente revolucionados y tememos un motín. Ya sabe hermana Alfonsina que nuestros presos son diferentes, nuestra penitenciaría es digamos que algo especial. Solo albergamos a depredadores sexuales y el gobiernos nos está forzando para que aumente el número de reinsertados. Dos semana es muchos tiempo Sor Alfonsina. La hermana Agatha debe estar dispuesta en tan solo unos días.
Alfonsina escuchaba la conversación mientras se fumaba un marlboro a escondidas con la ventana abierta. Tenia el ambientador preparado por si aparecía alguna hermana con algún problema que resolver. No sabia muy bien si Sor Agatha se recuperaría de su mal y temía dar la palabra de que en tan solo dos días acudirían a "EL CORRAL DEL VICIO" penitenciaria para depredadores sexuales.
Apagó la colilla sobre la mesa y aspiro el humo profundamente, eso la calmaba. Sacó del cajón cerrado una dosis de Orfidal y se la tomo como siempre sin agua alguna. Lo pensó muy seriamente, Sor Agatha debía estar dispuesta en dos días, si no era así se verían obligadas a llevarla en aquel estado de exaltación espiritual.
- Esta bien Don Enrique. No se preocupe por nada Sor Agatha estará dentro de dos días en su penitenciaria.- La hermana Alfonsina no sabia si había hecho bien o mal pero las reservas monetarias del convento estaban bajo mínimos.- !Esta puta crisis¡.- Exclamó colgando el teléfono.- !Y encima me he quemado el habito con el cigarrillo¡ pero qué mala suerte Dios bendito, dejanos respirar. Ya se que aprietas pero no ahogas pero hijo ya es que estamos moradas por falta de oxigeno.

MARGARITA ROTENBERGER DESTRADIVARUS DE TODOS LOS SANTO LLEGA AL PUEBLO PARA COMPRAR LAS DELICIAS DEL CONVENTO.
Después de aparcar su jaguar en una plazoleta temerosa de que lo niños del pueblo al ver tan magnifico coche por pura maldad (¿Acaso son de otra forma lo niños?. Pensó Margarita) le rayasen el coche rojo metalizado.
Pregunto a varias ancianas que se encontraba sentadas a las puertas de sus casas a pesar del frió del día y el viento solano que corría hacía enloquecer a cualquiera. Dejó la pamela en el coche y pensó que sería mejor llevar un pañuelo de Armani anudado a la cabeza estílo estrellas de hollywood estilo road movie. Su apariencia era como si la princesa de España se hubiera presentado en ese pueblo olvidado para comprar una docenas de dulces de un convento del que nadie sabia nada.
Las ancianas ataviadas con toquillas a los hombros le indicaron la dirección del convento que se encontraba a la afueras.
- !Pero qué wonderful toquilla¡.- Exclamo Margarita.- Eso en Serrano te cuesta un mes del sueldo de un parado.
- ¿Pero tengo que coger el coche o puedo ir andando?.- Preguntó Margarita siendo lo más simpática posible. No quería dar mala impresión de una mujer de mundo y enpaque ante aquellas pobres ancianas.
- Puede ir usted andando perfectamente. Contesto una de las ancianas dándole un codazo inapreciable a su compañera mirando las dos las calles adoquinadas y los zapatos carísimos de la señora de Madrid.
- Vaya andando mujer, !Vaya¡.
Margarita transcurridos diez minutos andando sobre aquellos calles adoquinadas con sus zapatos de diseño se cago literalmente en la madre que parió a las ancianas llamándolas viboras mal nacidas.
- Para que te fies del pueblo llano.
Unos minutos después llego a las puertas del convento. Llamo pero nadie abría la puerta. Una puerta inmensa de madera robusta con dos crucifijos en cada hoja. Espero varios minutos y decidió dirigirse a la parte posterior del convento. Los muros que lo rodeaban estaban pintados de blanco. La pintura estaba descarillada. 
Al fondo del muro se encontró una puerta semiabierta. Podía oír unas conversaciones acerca de una tal Sor Agatha y de lo enferma de éxtasis espiritual que estaba. Hablaban entre ellas de la necesidad de acudir a la penitenciaria lo antes posible para cobrar por los servicios de la hermana. Las monjas hablaban como si se tratasen de vecinas de un bloque de lavapiés. Margarita Rotenberger se pudo enterar de todo.
- Disculpen señoras.- Dijo Margarita abriendo la puerta muy lentamente mirando todo a su alrededor donde se encontró con un patio llenos de limoneros un huerto seco y una monjas relajadas fumandose un pitillo. Las hermanas al ver a la extraña entrar por la puerta de inmediato tiraron los cigarrillos como si las hubieran pillado atracando un banco.
- Verán vengo desde Madrid para compras sus dulces tan famosos. Pero algo me dice que aquí hay algo más interesante que una docena de dulces. ¿Quien es Sor Agatha?. Estoy completamente segura que me lo contaran todo, aunque he de decirles que ya he podido oír más de la mitad de lo que ustedes les hubiera gustado que escuchase. A la hermana superiora imagino que no le hará gracia que sus hermanas anden fumando cigarrillos en su tiempo libre y chismorreando acerca de una hermana que por lo que se ve es el portento del convento. Me lo cuentan todo. O me chivo de todo. Ustedes eligen. Seguro que la hermana superiora no soportara su comportamiento de verduleras en monjas tan devotas como ustedes.
Margarita Rotenverger Destradivarius De Todos Los Santos, regresó a Madrid con dos docenas de delicias de Santa Mónica De Alabastros y con toda la información sobre Sor Agatha. Esa tarde la reunión de té con sus "más mejores amigas" seria más que especial.

PENITENCIARIA DE DEPREDADORES SEXUALES "EL CORRAL DEL VICIO". DOS DÍAS DESPUÉS.
Sor Agatha completamente recompuesta del subidon de éxtasis divino entró a la penitenciaria acompañada de la madre superiora Alfonsina y de Sor Mina como tesorera del convento tenía que organizar la factura de la intervención de la joven monja.
Los pasillos eran largos y a los lados los presos en su celdas aplaudían al ver pasar a Sor Agatha. La vitoreaban le gritaban "guapa", "hermosa" y alguno que otro un poco más ordinario le increpaba con un "desde aquí puedo oler tu coño", esos eran lo peores. A Sor Agatha le dio un impulso de vomitar al oir la frase. Sabía perfectamente a lo que acudía y que Dios le había otorgado aquel don para hacer el bien a la sociedad pero era muy duro de llevar, a veces.
El director Don Enrique recibió a las hermanas en su despacho. Un despacho en color crema con cortinas verdes y muebles de roble oscuros. Tomó asiento fumando un puro.
- Espero que no les moleste el humo.- Dijo soplando una gran cantidad.
- Si no le importa Don Eduardo la niña está delicada y el humo y olor del puro le dan nauseas.- Contestó la madre superiora.
- Pues nada. Se apaga el puro y todo solucionado.- El director apagó el puro con fuerza sobre un cenicero de cristal barroco.- Sor Agatha, ¿está usted preparada?.
- Si señor. Contestó tímidamente mirando los cuadros que colgaban de la paredes de antiguos directores de la penitenciaria.
- Pues bien. ¿Podemos comenzar ahora mismo?. Vayamos a la habitación. Ya hay diez presos esperando. Pobres inocentes.- Don Enrique carcajeo fuertemente.
La habitación estaba decorada diferente al resto del recinto. Era incluso agradable. Cortinas blancas, la cama con dosel en el centro también cubierta con colcha de color blanco. Tenias la sensación de estar en una nube.
Sor Agatha entró en la habitación y comenzó a desnudarse. Se quedo completamente desnuda pero no se descubrió la cabeza. El primer preso entro. Se bajó los pantalones mientras Sor Agatha se encontraba inmóvil tumbada sobre la cama.
- Poseame.- Dijo timidamente la joven.
- Encantado guapetona.
El preso copulo con Sor Agatha salvajemente susurrandole obscenidades al oído. Cuando termino un guardia lo llevo de nuevo a su celda. Así pasaron los nueve presos restantes.
Sor Mina hacia cuentas en el despacho de Don Enrique. Una factura en B por un total de cinco mil euros.
- Como siempre es usted un pagador extraordinario.- Comento Sor Mina contando los billetes con tal rapidez que pareciase haberse tomado un par de red bull´s.
Dos días después los diez presos que mantuvieron relaciones sexuales con Sor Agatha quedaron completamente impotentes. Su impulso sexual había desaparecido. Eran corderitos mansos. El Don Divino de la joven monja había obrado tan eficaz como siempre.
Cuando Sor Agatha regresó al convento. Tomo una ducha de agua caliente. Se enjabono todo el cueerpo con jabon casero y se frotono con una esponja exfoliante vegetal hasta enrojecer sucuerpo.
Una vez en su celda vistio un nuevo habito y levantó una tabla suelta del suelo donde haía un pequeño agujero del cual sacó una botella de Jack´s Daniels bebiendo de ella un gran trago. A mitad de la botella Sor Agatha se quedó dormida.

TARDE DE TÉ, DELICIAS DE SANTA MÓNICA Y LA DESESPERACIÓN DE RITA P.
La amigas se encontraban sentadas en el saloncito de té estilo moderno, todo muy metálico con un toque extravagante barroco como las cortinas rojo teatro y algunos muebles en color dorado y negro. Margarita Rotenberger Destradivarius De Todos Los Santos había pues al corriente a todas sus "mas mejores amigas" la extraña historia de Sor Agatha.
- Me enteré de todo precisamente cuando recomendada por Rodolfa mi chacha fui al convento para comprar estas delicias de San "nosequé".
- ¿Y dices que tiene el don divino de la santidad?. Pregunto mientras sorbía un poco de té la Duquesa Del Pepinillo Siempre tieso.- Muy interesante.
- Bueno, yo diría más que interesante. Un Monja que es violada sistimaticamente por depredadores sexuales para que obre  el milagro de dejarlos impotentes sexualmente hablando.- Contesté mientras me zampaba una de las delicias de Santa Mónica tremendamente dulces y azucaradas.
- Desde luego es que tenéis una vida tan flipante tan de hacer por hacer.- Contesto indignada Rita P.- Con el problema que tengo yo en casa. Con mi hija Mary Joe. Está de un violento atroz. Parece un personaje de esos del programa "Hermano Mayor" pero, peor. Además de ser violenta conmigo es gótica, pero a la jodida le encanta los zapatos de Prada. ¿Vosotras comprendeis que una Gótica vaya hecha un mamarracho todo de negro estilo Marilyn Manson con zapatos de Prada?. Esta niña me va ha quitar la vida.- Rita P no paraba de comer delicias de Santa Mónica.
- Es el estrés. Me dar por comer y luego liposupción al canto y es como una espiral en la que entras y no puedes salir. Es horroroso, horroroso.- Contesto llorando zampantose la ultima delicia.
- ¿Qúe dicen los psiquiatras del López Ibor?.- Pregunto María Teresa Bosques.- Son unos excelentes profesionales.
- Nadie se decide a dar un diagnostico. Algunos aseguran que es el comienzo de una ezquizofrenia. Otros dicen que estrés postraumatico. ¿Pero qué trauma ni leches?. Otros un trastorno adaptativo mixto con trastorno de la ansiedad generalizada y trastorno de la personalidad no especificada. Esto es insoportable. Mañana mismo hemos quedado para realizarle más pruebas con el doctor Hannibal Tecter.
Margarita Rotenberger Destradivarios De Todos Los Santos se le ocurrió una idea maravillosa.
- Rita P. ¿Por que no llevas a Mary Joe a visitar a Sor Agatha?.
- ¿Para que la deje impotente?.- Contestó Rita P en tono de reproche.- Qué tonterías dices.
- Mujer por probar no se pierde nada. !Si ningún psiquiatra se atreve a dar un diagnostico y un tratamiento y Mary Joe va a peor según nos cuentas¡. No es mala idea. Los Santos están para obrar milagros. Quizás ayude a Mary Joe.- Dije en tono conciliador. Con Rita P no se podía hablar a la defensiva pues siempre saldrías perdiendo.
- No digáis más tonterías. Mañana tenemos cita con el psiquiatra y nos dará un diagnostico y un tratamiento si lo necesitara.- !Ahhhh¡.- Gritó irritada.- La culpa de todo la tiene el padre de la niña que la tiene muy mimada. Os podéis creer que le ofreció un puesto en la multinacional del chorizo "Petuny" y la niña lo rechazó. ¿Sabeis donde está trabajando ahora?. En un sexshop.- Rita P dejó caer la taza de porcelana que le regalo a Margarita el Duque de Winchester.-
- A esa niña le pasa algo. De eso estoy segura querida Rita P.- Contesto con toda la sabiduría de los años mi abuela La Duquesa.
- Ya se que no se encuentra bien el problema es qué demonios le ocurre.- Contesto Rita P levantandose para marcharse a una sesión de dermoabrasión del cutis.- Bueno chicas mañana telefoneo y os cuento algo. Besos a todas.
Se retiro del saloncito acompañada por la chacha Rodolfa hasta la puerta.

LA VIDA DE MARY JOE.
La joven Mary Joe contaba con tan solo diecisiete años. Era una chica introvertida lo que viene a ser una inadaptada social a pesar de tenerlo todo. Su padre le regalaba cualquier cosa que Mary Joe pidiera. La dejaba ir de vacaciones con chicas y chicos durante semanas y no tenía la atención de llamar a su madre Rita P. Esta culpaba de la situación de la niña a su marido que por el divorcio se sentí culpable por no estar más tiempo con su hija.
Mary Joe era Gótica pero le encantaba llevar zapatos de diseñadores como Prada su favorito. Su padre le ofreció un puesto en la empresa de embutidos "Petuny" como directora de marketing, pero la niña rechazo el empleo y se colocó a trabajar en un sexshop underground en el barrio de Chueca. La dueña era amiga de Mary Joe y le hizo ese favor sabiendo esta ultima que Mary Joe no era lo que se dice una Santa. Más bien era un poco puta y se tiraba a todo ser viviente gritandole a veces: "Chupame la sangre".
Mary odiaba a su madre Rita P por haberse divorciado del padre. Le hacía la vida imposible y tenia unos aspectos de la misma que no eran digamos "normales". Mataba gatos y los metía en cajas de zapatos. Pinchaba murciélagos vivos en la pared de su dormitorio e insultaba a su madre con palabras soezes como : "Hija de la gran puta", "Cabrona cornuda", "Mal nacida". "Bruja". 
Su ira era tal que comenzaba a hacerse daño a ella misma cortándose los brazos con cuchillas de afeitar que había dejado el padre olvidadas en casa. Cuando los brazos estaban sangrando abundantemente se lo enseñaba a la madre.
- Arderé en el infierno por tus pecados.- Y acto seguido se desmayaba.
Rita P estaba en un estado de ansiedad continuo. Llegando a pensar que su hija estaba poseída por un ser maligno ya que a veces los objetos de la casa, como aquel jarrón de la dinastía Ming se tambaleaba varios segundos en presencia de ambas, madre e hija. Mary Joe sonreía siniestramente.
Mary Joe jugueteaba con las sectas satánicas. Iban a cementerios con sus colegas góticos y celebraban fiestas en honor a satanas. Rita P estaba al corriente de todo pues había puesto un detective privado a su hija. La única condicion que puso Rita P al detective es que jamás Mary Joe podria sospechar que la estaban vigilando.
La noche antes de acudir a la cita con el psiquiatra el doctor Hannibal Tecter. Mary Joe se levantó despacio, salió desu habitación y acudio al dormitorio de la madre. Abrió la puerta y se acercó lentamente hacia los pies de la cama.
- En nombre de Mefisto y todos sus demonios.- Gritó Mary Joe.
Rita P se sobresalto despertandose de inmediato. Observando la tez blanca de su hija y los labios morados. Pero habia algo extraño. !Si, estaba segura¡. No llevaba maquillaje gótico.
- En nombre de Belcebú. Mira lo que hace la PIJA de tu hija.- Mary Joe abrió el armario de su madre y con un cuchillo comenzo a rasgar los vestidos de grandes firmas.
- !Oh Dios mio¡.- Exclamo aterrorizada la madre.- Ayudanos Señor.- Sollozo Rita P.- Sus ojos permanecían abiertos como faros. Su cuerpo temblaba de terror. Cuando vio que Mary Joe con el cuchillo en mano se acercaba a uno de sus trajes grito aterrorizada. Las ventanas se abrieron por el viento que soplaba de aquel crudo invierno. Soltó la almohada tirandola al suelo y de rodillas en la cama grito a pleno pulmón arañandose la cara.
- Hija puta el Chanel Noooooooooooooooo............ 

Continuará........ 

                          

viernes, 12 de abril de 2013

EL EXORCISMO DE MARY JOE. Parte 1. "SOR AGATHA".

CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA MARÍA AUXILIADORA DEL PECADOR TEMEROSO DE DIOS. (En Un Pueblo De Toledo).
La abadesa Sor Alfonsina había reunido a todas las hermanas del convento para darles una charla acerca de como se encontraba en aquellos momentos dificiles de crisis la situación económica del convento de Nuestra Señora María Auxiliadora Del Pecador Temeroso De Dios.
Se hallaban todas en el refectorio del convento sumidas en un silencio total. La luz que atravesaba los ventanales era de un día gris lluvioso, hacia tanto frío que soltaban vaho al respirar.
Sor Magdalena, Sor Angustias, Sor Piedad y Sor Adriana sabían que ellas serían un punto muy especial del total del discurso que iba a lanzar la hermana superiora aquella tarde de invierno. Nerviosas sacudían el cordel de sus habitos.
Sor Alfonsina se encontraba sentada en la mesa donde comían a diario. Al rededor de la misma se encontraban la abadesa, la hermana tesorera  Sor Mina y la adorable por todas y fruto del noventa por ciento de los ingresos brutos del convento, Sor Agatha. La joven permanecia casi inmóvil mirando a sus manos entrelazadas. Su tez era blanca como la nieve y sus labios rojizos carnosos. Sus ojos verdes eran como las hojas de los rosales que florecían en el claustro.
- Bien queridas hermanas. Estamos hoy aquí todas reunidas para discutir y tratar de mejorar los recursos monetarios del convento. Como bien saben, la diócesis es incapaz de sostener este refugio de espiritualidad. Gracias a la hermana Sor Agatha, señalo con su mano derecha  hacia donde se encontraba la joven. Es el noventa por ciento de los ingresos totales del convento, pero la pobre aún teniendo la juventud por sus venas se encuentra agotada y este último mes hemos reducido el ingreso casi a la mitad. Hay que cuidar de Sor Agatha, mimarla, agasajarla con todo lo que desee aun sabiendo todas que ella es de poco pedir, tan sencilla nos la mandó Dios.
- Por otro lado.- De repente el tono suave y lleno de dulzura de hacía unos segundos cambio a un todo más susceptible lleno de reproche.- La fabricación de dulces como "Las Pompas de Santa Cordelia" o "Las Milojas Santa Ramona"  y demás resposteria ha bajado casi en su totalidad.- Sor Alfonsina se levanto las gafas para pode ver de lejos a las hermanas reposteras Sor Magdalena, Sor Angustias, Sor Piedad y Sor Adriana.- No dudo de su profesionalidad pero los hacen extremadamente dulces. !Y ustedes se preguntarán¡. ¿Qúe problema hay en que un dulce sea precisamente dulce?. Pues muy fácil.- Alzó la voz levantandose de la silla y dando un golpe con la mano sobre la mesa.- A nuestros clientes les sube el azúcar. Si a nuestros clientes le sube el azúcar la seguridad social se masifica y todos saben el porqué de esas subidas de acar, saben que son por nuestros dulces. Desde el pueblo nos miran como diciendo: "ahí van esas que se están cargando a media población de ancianos". Y queridas hermanas lo dicen con desprecio.
- Madre nuestros dulces se realizan con las mismas recetas desde la edad media.- Contesto Sor Magdalena.
- !Ese es el problema hija miaaaaaaa¡.- exclamó como diciendo tú misma lo acabas de decir.- Que ya no estamos en la edad media. Hay que renovarse o morir.
- Señora abadesa. Yo siempre he estado a favor de las nuevas tecnologías en cuestiones de repostería.- Dijo sor Piedad, pero la hermana Sor Magdalena es tan antigua que no me hace caso. Pienso que a las delicias de "Las Pompas De Santa Cordelia" se le podría añadir la mitad de harina y huevo, serían mucho más ligeras, por supuesto utilizando edulcorantes en este caso sin azúcar.
La hermana Magdalena lanzo una mirada inquisidora a Sor Piedad como diciendo "ya te pillaré en el horno".
Sor Agatha escuchaba la conversación ensimismada mirando el cielo gris de aquel día. Sus manos comenzaron a sudar y de repente comenzó a encontrarse mareada. Bebió un poco de agua pero el mareo continuaba. Al fondo del refectorio encima de la puerta de entrada había un Jesús crucificado. Sor Agatha pudo ver como los ojos del Cristo se fijaban en ella como si los tuviera junto a dos palmos delante de sus ojos cuando en realidad había muchos metros por delante.
Agatha desvió la mirada, a esas alturas ya había perdido el hilo de la conversación. Se encontraba mareada y comenzaba a sentir esa fuerza que tiraba de ella desde el pecho hacia fuera y  descargaba como una corriente electrica de pasión espiritual hasta su entre pierna. No pudo sofocar un lamento de placer divino.
-!Aaayyy¡. Madre estoy comenzando a sentir la fuerza de Cristo en mi. Me encuentro indispuesta. Me gustaría retirarme a mi celda para descansar.
La Abadesa Sor Alfonsina se levanto preocupada, palpó la frente de sor Agatha, colocó los labios en la misma.
- Es cierto su temperatura a aumentado como siempre que le sucede lo que todas sabemos. Rápido llevarla a su celda y que descanse. Recen a los pies de su cama 39 Ave Marías y 105 Padres nuestros. !Sor Magdalena, Sor Piedad¡ acompañen a nuestra hermana inmediatamente y no olviden sus rezos en silencio para no molestarla.

BREVE HISTORIA DE SOR AGATHA Y SUS REVELACIONES DIVINAS.
Agatha nació en "Baia Mare" un pueblecito de Bucarest Rumanía. Pasó su juventud en el campo recolectando manzanas para venderlas en el mercado del pueblo. Era casi una niña pues no contaba con mas de 16 años de edad y en aquella época todavía ciertas edades eran reconocidas como niñez o juventud temprana. Fue en esos años cuando Agatha era muy feliz en Baia Mare. Sus padres y hermanas la adoraban pues tenia un corazón enorme, nada era suyo, todo lo daba. Los padres días depués de la catástrofe pensaron que ese había sido precisamente el problema, que todo lo daba.
Agatha fue salvajemente violada por dos vagabundos que pasaron por las tierras de la familia. Sucedió al atardecer. Agatha jugaba cerca de un riachuelo. El agua era pura y clara. Las flores y setos la rodeaban las mariposas revoloteaban a su alrededor. Los vagabundos vieron como la joven de pechos tersos se bañaba con un camison blanco transparente pues estaba mojado por el agua fresca del riachuelo. Se acercaron rápidamente a ella y la violaron. Así de imprevisto, así de rápido, así de cruel y catastrófico.
Los vagabundos fueron capturados por las autoridades del pueblo de Baia Mare y condenados a muerte por el populacho. Nadie podía creer que la joven y dulce Agatha criatura de Dios hubiera sufrido los ardores sexuales de aquellos monstruos.
Los violadores pasaron siete días en los calabozos. Se le oía gritar, lamentarse, rogar a Dios. !Qué Dios les iba a escuchar con el daño que habían hecho¡.
- Señor. Nos hemos quedado impotentes.- Confesó uno de los vagabundos.
- El comisario jefe no daba crédito a lo que aquel malhechor decía.- ¿Como dices?.
- Señor mi amigo y yo nos hemos quedado impotentes.
- ¿Y como pueden saberlo?. !Si no han podido probar moza¡.
- Vera su señoría es que mi amigo y yo somos amantes. Y por el aburrimiento y vicio nos ha dado por hacer el amor y nada impotentes totales. Nuestro deseo sexual ha desaparecido por completo, como castrados.- Lloraba el vagabundo.
Aquel suceso corrió entre los habitantes de Baia Mare como la pólvora. Los malhechores habían sido castigados por la mano de Dios volviéndolos completamente impotentes. La joven Agatha pasó a ser una pequeña Santa redentora del pecado carnal.
El comisario jefe junto al párroco de la iglesia de San Agustino pidieron a los padres de Agatha un pequeño sacrificio. Cogerían al tonto del pueblo conocido por su vicio sexual y pasaría un rato con la joven Agatha. Los padres aceptaron. El pobre tonto del pueblo una vez probó la dulce miel de Agatha quedo impotente de por vida. El sexo para el había desaparecido de su mente.
Sin duda Baia Mare tenia una Santa. Santa Agatha La Castradora.  

CONVERSACION DESESPERADA AL REDEDOR DEL CLAUSTRO DEL CONVENTO.
El nerviosismo se podía cortar con los cuchillones de cocina de Sor Petronila la cocinera. La abadesa Sor Alfonsina paseaba al rededor del claustro junto a la tesorera Sor Mina.
- Hermana Mina. Estamos al borde del cierre del convento. No me importa mucha la verdad, llevo años sirviendo a la iglesia y a este convento. Lo que me preocupa es la hermanas Sor Agatha. Tenemos que cuidarla lo máximo posible de ella depende nuestro bienestar económico.
- Señora abadesa. La idea de Sor Adriana de  plantar nabos en el huerto que apenas explotamos es muy buena. Podríamos cultivar verduras ecológicas y todo ese royo moderno.
- No diga tonterías Sor Mina. Usted sabe perfectamente que un campo de nabos no nos sacará de la miseria. Aunque prefiero que las hermanas estén ocupadas en algo y no estén pesando todo el día en Sor Agatha y su Don. Las descentra de sus rezos y obligaciones para con Dios. Dé la orden de abrir el huerto y plante toda clase de hortalizas, no nos servirá de mucho pero sí desviaremos el tema de Sor Agatha.
- Madre superiora. Sor Agatha se mejorará, solo tenemos que dejar de llevarla a la penitenciaria para que realice sus "milagros". Un par de semanas con una buena dieta y estará completamente perfecta. Dejalo en mis manos.
- Sor Mina. El director de la penitenciaria Don Eduardo Bachiller requiere los favores de sor Agatha cada semana. Si nos retrasamos dos semanas los ingresos bajaran tanto que tendremos que comer agua caliente con un trozo de patata.
La hermana Alfonsina despidió a Sor Mina para que ordenara los libros de contabilidad. Alfonsina quería estar pendiente de la joven en todo lo que necesitase, rezos, buena comida, descanso total. Aún así se encontraba muy nerviosa.
Se dirigió ha su despacho. Una habitación repleta de muebles de roble con estanterías llenas de libros. En las paredes habían cuadros de Jesucristo y Ángeles luchando contra demonios. Se sentó en su escritorio, abrió con una llave que saco de debajo del habito un pequeño cajón retorneado con florituras de madera y una cerradura dorada. Saco una tableta de pastillas y tomo dos sin beber agua. Dejó el medicamento sobre la mesa en el que se podía leer Orfidal 2 mg.

GRAN VÍA. MADRID. UNA MAÑANA DE FRÍO INVIERNO.
El apartamento se encontraba en semipenunbra.No habían dado la siete de la mañana y la chica de la limpieza no llegaba hasta las ocho en punto.
Margarita Rotenberger DeStradivarios De Todos Los Santos dormitaba en su cama con dosel. Los efectos de la ginebra y el prozac consumidos la noche anterior había hecho el efecto deseado, dormir plácidamente sin agobios en la cabeza. (Que si fulana, que si mengana, que si Chanel O Prada. Que si sierra o playa).
Por la ventana entraba una ligera luminosidad propia de la Gran Vía Madrileña. El despertador marcaba las siete y media. El az de luz reflejando la hora lo hacía en el techo del dormitorio en números grandes. Margarita siempre pensó porqué se habría comprado ese maldito reloj con los números tan grandes y proyectados en  el techo, le recordaba el paso del tiempo y la amenazante llegada de unas arrugas llamando a la puerta de su madurez.
Mas tarde ya arreglada como quien va a la ópera. Un traje Chanel color verde oscuro. Unas discretas perlas al rededor del cuello. Un moño estilo Audrey Herpburn y unos zapatos de valentino de tacón altísimo con la planta en el mismo tono verde del vestido. 
Tomaba café bien caliente que lo acababa de hacer Rodolfa, la chica colombiana que tenia desde hace años como asistenta. Miraba  caer la lluvia por la ventana de la cocina de diseño, todo metalizado y recordó en ese mismo instante que aquella precisa tarde le tocaba a ella realizar la reunión de amigas para la hora del té. La ultima vez en casa de Rita P, los dulces fueron un verdadero asco. Estaba pensando que quizás en la pastelería más selecta de Madrid encontrase lo que ella necesitaba para sus club de "más mejores amigas".
- Rodolfa. ¿Sabe usted de alguna pastelería donde los dulces sean exclusivos?.- Pregunto como si tal cosa.
- Señorita no suelo frecuentar pastelerías caras. Pero no muy lejos de aquí en n pueblo de Toledo hay un convento donde hacen unas delicias divinas al paladar. Mi marido me lleva los fines de semana y siempre terminamos comprando un surtido para el desayuno del domingo.
- Y ¿como dice que se llama ese convento?- Pregunto Margarita abrochandose los guantes de Versace y colocándose las gafas de Armani a punto de coger el bolso Vuittton para salir de inmediato.
- Convento De Nuestra Señora María Auxiliadora Del Pecador Temeroso De Dios.
- Muchas gracias Rodolfa. No estaré para el almuerzo pero si para la hora del té. tenga preparado el juego de te ingles que me regalo el conde de Winchester para las cinco en puto.
Abrió la puerta marcando antes el código de desactivación de la alarma y salió por la puerta con paso decidido. Margarita era siempre muy decidida en todo.
- Adiós señora. Contesto Rodolfa dos segundos después de cerrarse la puerta. 

Continuará.....

                                  
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
juegosgratismx.com