viernes, 12 de julio de 2013

V I S I O N A R I A S. Parte 3. EL DERRUMBAMIENTO DEL AMOR.

Sábado.........

SECUESTRADAS HACIA UN DESTINO INCIERTO Y ABSURDO
No daba crédito a lo que nos estaba pasando. Por mucho que intentase analizar la situación era imposible llegar a una conclusión moderadamente realista. Era algo absurdo. Caminábamos amordazadas por un pequeño sendero hacia un supuesto pueblo de donde procedían aquellas señoras enlutadas y visionarias de la Virgen María.
El cielo estaba cubierto por nubes grises. El día había comenzado soleado pero parecía que a cada paso que dábamos a nuestro destino el cielo se oscurecía. 
La mujeres nos llevaban en el centro de la procesión, mientras entonaban cánticos religiosos a modo de oraciones pidiendo por la salvación de nuestras almas.
Margarita Rotenberger me dijo al oído algo en lo que ninguna de nosotras había reparado.
- ¿Alguien lleva el móvil en el bolso?.- Dijo Margarita.
El resto pudimos oírla pero todas asentimos con un no rotundo. ¿Cómo podíamos haber olvidado los móviles en el campamento?. Un error imperdonable. Pensé.
- Es igual Macarena.- dijo Rita P como si me hubiera leído el pensamiento.- Traté de llamar unos minutos antes de todo lo sucedido a mi asistenta Josefina y el móvil estaba completamente sin cobertura.
- ¿Pero qué será lo que quieren de nosotras estas fanáticas religiosas?.- Pregunto La Duquesa intrigada.
- Abuela no tengo la remota idea. Pero no me gusta nada este fanatismo ciego e irracional. Pueden hacernos cualquier cosa. De hecho estamos aquí amordazadas y secuestradas.- Contesté a mi abuela.- Imagina donde pueden llegar.

Doña Carmen la visionaria mayor habló después de un tiempo en silencio.
- Ya estamos en el pueblo a salvo de las mentiras de Lucifer.- Manifestó Doña Carmen.
El pueblo parecía bombardeado, sacado de  una mala copia de una película de la guerra civil Española. No había cables de luz, parecía que vivían en otra época.
- Llevarlas a la plaza mayor. Atarlas al estrado. Cada una a una columna de madera. Pronto comezaremos el juicio.- María Dolores, la que parecía ser la mano derecha de la gran visionaria nos llevó hacia una especie de púlpito con siete postes de madera.
- !Juicio¡. Exclamó Margarita.- Pero chica no hemos llamado a nuestros abogados. Tenemos derecho a un abogado. Lo sé perfectamente porque una vez fui detenida por un error garrafal. Me confundieron con una putita que ronroneaba con un famoso político. La susodicha había robado dos pitilleras de oro, un Dupont y cinco relojes Rolex en el hotel donde se encontraba con su amante, el famoso político, ¿Eso creo que ya lo he dicho?. En fin que me confundieron y pasé unas horas en comisaria. Yo por supuesto le "arreé" dos bofetadas al isnpector por confundirme con una prostituta de tres al cuarto. (¿Pero acaso no ha visto usted mi porte, mi caché, mi saber estar, mi Versace?). Total que allí me enteré que tenia derecho a un abogado.
- Hacer callar a la zorra mas loca de todas.- Dijo Doña Carmen.
Las enlutadas tomaron a Margarita y la subieron al estrado. La amordazaron a un madero y le taparon la boca con un pañuelo de ribeteados a ganchillo.
- ¿Donde están los hombres?- Preguntó mi abuela la Duquesa Del Pepinillo.
- !Hombres¡.- Exclamó Doña Carmen al tiempo de escupir al suelo.

EL DERRUMBAMIENTO DEL AMOR
La historia que escuchamos a continuación mientras nuestras manos y pies estaban ya atados al poste de madera sobre una plataforma, recordando  los ejecutados en la horca en el cine de western, nos pareció alucinante.
Otra mujer enlutada de aspecto tenebroso y de tez pálida como la muerte, ojeras y una expresión triste en su rostro se hizo abrir camino de entre toda la multitud de las fanáticas religiosas que se encontraban en la plaza del pueblo. Su nombre era Dulce Nombre De María. Parecía ser otra de las visionarias con más poder dentro de aquella secta. Doña Carmen con un gesto de cabeza afirmativo, dejó a Dulce Nombre De maría que lo explicase todo.
- No hay nada que ocultar. La Virgen María así lo quiso. Estamos respaldadas por lo.....Divino.- Dijo Doña Carmen a Dulce Nombre De María ya que la misma miraba a la visionaria superior para recibir su permiso de toma de palabra.. 
Comenzó con la historia.
- Aquí no hay hombres. Hace ya una década que no hay hombres. Los hombres llevan en la sangre el pecado de la lujuria infectados por Satanás. Hace ya una década que todos los hombres del pueblo, niños varones incluidos desaparecieron de nuestras vidas.- Algunas mujeres enlutadas comenzaron a llorar y rezar a la Virgen María fervorosamente, noté en ellas un atisbo de culpabilidad por muy mucho que rezaran a su Virgen Santísima. Dulce Nombre De María continuó con su narración.
- Liberadas del macho cabrío cumplíamos con la voluntad y la palabra de la Virgen Del Árbol Sagrado que se le presentó a Doña Carmen, nuestra salvadora de almas.
- !Maaaaattaaaouron aa lous hooouuuuumbres¡.- Exclamo Margarita bajo la mordaza que tenia en la boca. No se le pudo entender bien así que la escupió pues no la habían amordazado lo suficientemente fuerte como para parar a Margarita en su incontinencia verbal.
- He dicho que si ¿mataron a todos los hombres y niños del pueblo?.- Repitió la pregunta Margarita. Esta mujer nos iba a poner en un serio compromiso si no dejaba de actuar con su locura característica de insensatez continua.
- Ellos eran el pecado.- Esta vez la que habló fue Doña Carmen.- La Santísima Virgen del Árbol Sagrado me dio la orden inmediata de ejecutar a todo varón, hombre o niño para erradicar de nuestra comunidad a satanás.
- Y ¿Cómo los mataron?.- Preguntó Mary Joe en su atrevimiento y espontaneidad juvenil. (No olvidemos que hace tan solo un par de meses era una Gotika redomada y el regustillo por lo macabro aún no lo había perdido). Agatha Klein se encontraba en el centro de nosotras, a su derecha Mary Joe. Miró a esta y le recriminó su pregunta a aquel grupo de locas. Era todo un desafío seguir razonando con aquellas visionarias pues nuestra posición era francamente mala, debió pensar Agatha Klein al igual que yo. 
Bajo nosotras se amontonaba trozos de maderos grandes, follaje y ramas de arbustos. Nos iban a quemar vivas y las chicas no paraban de hacer preguntas que ya nada importaban. Ahora lo necesario era poder escapar de allí, pero sinceramente yo no tenía la remota idea de como hacerlo, y del resto de la "chupi pandi" ni os cuento. Solo confiaba en la sensatez de Agatha Klein.
Una de las mujeres enlutadas que se encontraba en la plaza y sin permiso de Doña Carmen continuó con la historia.
- Algunas envenenamos a nuestros maridos e hijos. El acto que cometimos lo llamamos el "Derrumbamiento del Amor". Yo lo hice así para que sufrieran menos. Otras los descuartizaron con un hacha a trocitos muy pequeños y lo enterraron a la salida del pueblo lejos de campo santo ya que eran el mal personificado y en campo santo no hay cabida para los esbirros de Lucifer.- Esta mujer miró a unas cuantas visionarias con cierta rabia en sus ojos.- Otras los castraron con un cuchillo oxidado de caza, a los pocos días murieron entre terribles sufrimientos. Otras los emparedaron tras los muros de sus casas, durante un mes todas las noche podíamos oír sus gritos de agonía.
- Basta ya Petronila.- Grito Doña Carmen.- Retirarla pues sin duda está cansada y no sabe muy bien lo que dice. Llévenla a la iglesia y que rece todo el día hasta mañana al amanecer.- !Cómo insinua que el acto del derrumbamiento del amor fue un error¡. Como si hubiera maldad en ello, cuando fue todo pura gracia divina de los designios de..............
- La Santísima Virgen María.- Contestó mi abuela La Duquesa Del Pepinillo antes de que lo hiciese Doña Carmen. Era sin duda un reto que lanzaba mi abuela de 80 años, una dama de alta sociedad con un pasado misterioso y con un valor extraordinario para salir de situaciones peligrosas, sin poder dar crédito a todo lo que estaba escuchando. Un reto lanzado a Doña Carmen demostrándole que ella no tenía miedo a aquel grupo de fanáticas religiosas.
De repente Rita P grito sollozando:
- "Ahhhh vamos a morir. ¿Alguien tiene vodka?. Quiero anestesiarme para no sentir dolor.
- Querida Rita P. Te aseguro que ya estas lo suficientemente borracha como para no sentir ni pizca de dolor.- Contesto Boris Porquicia.
- Maricón.- Contesto Rita P pero esta vez sin apenas énfasis ni fuerzas. Ya le daba igual todo, la cosa pntaba fatal.
- Rita P. Tu homofobia me esta comenzando a tocar los huevos.- Le recriminó Boris Porquicia.- Chica haz como yo. Manten el tipo y la elegancia hasta el final. Yo soy toda una dama.- Terminó la frase Boris levantando mucho la cabeza en señal de valentía y allí la valentía no nos servía de nada. Necesitábamos un plan, ¿pero cual?.
- Al Maricón no se le quemará en la hoguera. Será castrado y emparedado.- Contestó Doña Carmen para manifestar y dejar bien claro quien es la que mandaba allí. Obviamente Boris Porquicia comenzó a gritar sino más alto y con mas fuerza que Rita P.
Eran las dos en punto de la tarde. Pude saberlo pues hice un giro brusco y doloroso debido a verme amordazada para ver mi Rolex de oro macizo.
Por una calle que terminaba en la plaza central del pueblo se acercaba un carro con cinco enlutadas, las mismas que habían llevado a Petronila para que cumpliese la penitencia que había impuesto Doña Carmen, rezar todo un día de rodillas hasta el amanecer por haber dejado sembrar la duda de sus actos con el exterminio del hombre en aquel pueblo según designios y mandatos divinos.
Lo más extraño de todo es que Doña Carmen se subió al carro alegando que eran las dos en punto de la tarde y que como siempre debía regresar a casa para entablar conversación directa con la Santísima. 
Las enlutadas sabían que todos los días a las dos en punto de la tarde, Doña Carmen estuviese donde estuviese regresaba a casa para ponerse en contacto con santos, vírgenes y ángeles celestiales.
- Regresaré dentro de una hora o quizás hora y media.- Dijo Doña Carmen al resto de mujeres que a modo de soldados guardianes nos custodiaban.- Tener especial cuidado con la mujer anciana y con la borracha y la parlanchina y la chica joven y de la chica mas guapa del grupo, en fin tener especial cuidado con todas. No son trigo limpio: "Su aspecto os hará confiar de su maldad". Dijo San Nicolás De Alporchoa cuando en uno de sus encuentros con el altísimo se lo comunicó a modo de aviso constante, pues la maldad tiene múltiples disfraces.
Subió al carro y desapareció al final de una calle estrecha. Las enlutadas guardaron silencio. Solo se limitaban a observarnos y cuchichear sobre nuestras vestimentas. Y es que ver un Yves Sant Laurent, o un versace en beig colonial modelo "campo fashion silvestre country" para ellas debería ser lo más de lo más.

Margarita Rotenberber llamó la atención de una anciana enlutada que se encontraba cerca del patíbulo con la mirada perdida en tiempos mejores.
- Señora. Señora. ¿Es normal que Doña Carmen se retire a su casa a las dos del medio día?.
La anciana levantó la cabeza y con su mirada repleta de tristeza miró a Margarita. Pensó por un momento en lucir ella misma aquellos vestidos que llevaban las señoras. Seria bonito sin duda.
- Si. Doña Carmen se retira a su casa siempre a las dos del medio día en punto y vuelve a reunirse con nosotras en la iglesia una hora depués. Siempre, aunque llueva o nieve. Haga frío o calor.
- ¿Y que es lo que hace en casa durante esa hora?.- Continuó margarita con su pequeño y hasta ahora no descubierto interrogatorio.
- Se pone en contacto con La Santísima Virgen María, ángeles y santos. Creemos que incluso Jesús le entrega misiones que realizar aquí en la tierra.
- !Misiones en la tierra¡. Mandados por Jesús o La Virgen María. ¿Misiones como la de matar a vuestros maridos e hijos varones?.- Margarita recordaba el interrogatorio que nos realizaron en Guantánamo y aplicó presión a su pregunta.
- Eso fue un tremendo error.- Confeso la anciana.
- !Casilda¡.- Llamó la atención otra enlutada que se dio cuenta que la anciana Casilda estaba siendo interrogada por una de las zorras de babilonia.- Ven aquí inmediatamente.- Le ordenó con rabia.
La anciana se retiró y dejó a Margarita con un cierto regusto a victoria. Ese cutis que lucía Doña Carmen no era obra y arte de la Virgen María. Era obra de algo más natural para el ser humano. Ella misma estaba harta de comprobar los efectos que producía tal acto en el cutis. Y por lo poco que sabia, allí en aquel pueblo perdido de la Mancha, no había centros de estética.

DUDAS RAZONABLES. LOS CHICOS DEL MAÍZ.
Margarita Rotenberge que antes de salir corriendo hacia el árbol sagrado para ver lo que sucedía con las chicas y aquellas mujeres enlutadas. Se había cambiado de vestido pasando del aburrido para ella beig colonial Yves sant Laurent a un Armani negro con bolso de Prada y sus inseparables gafas de sol Valentino.
- Esto no es normal Macarena.- Dijo Margarita gesticulando con la cabeza varias veces con un...... no.- Nada normal Macarena.- Seguía gesticulando con un movimiento de negación.- Que no es Normal Macarena.- Parecía que le había tomado el gusto pues no paraba de negar con la cabeza de izquierda a derecha.- No, No es normal.
- !Pero me quieres decir que es lo que no es normal¡.- Alcé la voz pues me faltaba poco para sacar fuerzas de donde pudiera y abofetear a aquella loca que nos había metido en todo aquel lío.
- Esa Doña Carmen me parece sospechosa.- comento Margarita en voz baja para que solo yo pudiera escucharla.
- !Margarita por Dios eso está claro¡. !Esa es sospechosa de nacimiento¡. !Esa mujer está loca¡. Esto es una secta religiosa tipo "Los Chicos Del Maíz". ¿Y tu te das cuenta ahora que la visionaria es sospechosa?. Margarita de verdad tengo en alta estima tu amistad pues bien se que darías tu vida por una de nosotras. Pero algunas veces te abofetearia hasta la muerte.- Le conteste. La primera vez que lo hice con toda la sinceridad del mundo.
- Macarena. Tú no sabes nada de la vida. Estas en tu palacete rodeada de algodones.
- Eso ya me lo has dicho como un millar de veces.
- Macarena, tú no tienes ese sexto sentido de mujer de mundo que se a ganado su fortuna a base de falsedad, hipocresía y tragar muchos penes ganchudos, pequeños y feísimos a cambio de una buena cuenta bancaria. Esa Doña Carmen oculta algo y yo sé que es lo que oculta.
- Me niego a creer una solo más de tus hipótesis.- Contesté.
- Macarena. Doña Carmen oculta algo. Algo que está prohibido en el pueblo.
- Aquí está todo prohibido cariño. !Están locas¡.
- Te puedo hacer una pregunta.- Me dijo Margarita que ya comenzar a hartarme con tanto misterio y fue de repente cuando pensé que si Margarita Rotenberger De Stradivarius De Todos Los Santos por una vez en su vida, esta hablando en serio, debería ser algo francamente interesante de escuchar.
- Si, dime.
- ¿Que es lo que hace una mujer de "pueblo pueblo", campo, country de toda la vida a las dos en punto del medio día con fiel devoción?.- Esa fue su pregunta. Yo esperaba otra cosa. Con sinceridad y en el fondo de mi corazón esperaba el plan que nos hacia falta para escapar, !pero cómo iba a ser posible que Margarita lo tuviese¡, había sido una ilusa al pensarlo.
- No tengo idea cariño.- Contesté.
- Pues poner la mesa a su marido.- Contestó sonriendo malévolamente y arqueando las cejas repetidas veces como diciendo: He dado en el clavo.

SEÑALES
- Mientras en el campamento base. Los últimos modelos de tecnología punta en telefonía móvil de La Duquesa Del Pepinillo sonaban y emitían señales de localización.
Los ordenadores comenzaron a localizar el número móvil con un programa de ultima tecnología traído de Estados Unidos. Mónica Beretta, vestida de un riguroso negro. Su melena rubia rizada brillaba bajo la luz del fluorescente de la oficina. Llevaba un traje parecido al neopreno, con botas de tacón hasta la rodilla que estilizaban la figura, miraba la pantalla del ordenador a la espera del punto esacto de localización. 
Mila Jorovovich, la ama de llaves y confidente de Macarena Govanntes, tambien vestida con un ajustadísimo mono negro, miraba la pantalla del ordenador. Si tenían suerte podría localizar a la señora Zorrilla Navarro.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO
Doña Carmen llegó a su casa. Abrió la puerta una vez segura de que estaba completamente sola en la calle. Giro la llave y entró en la casa. Todo estaba en penumbras. Abrió una ventana que daba al patio trasero. La luz mortecina de aquel día nuboso entró timidamente inundando lo que era el comedor.
Doña Carmen retiró con suavidad un armario. Tras él habia un pequeño zulo de donde salió un olor rancio a suciedad, comida en descomposicion, orines y heces. 
Encendió una luz que apenas podía iluminar la estancia.
- Zorra. ¿Te arrepientes de tus pecados?.- Preguntó Doña Carmen como lo había estado haciendo desde hacía unos meses.
La joven la miró asustada. No podía gesticular palabra, solo lloró, como siempre que veía a aquella señora.
- !Ah¡.- Exclamo con rabia.- Te pudriras en el infierno.- Después de escupir en el suelo y persignarse tres veces con una velocidad pasmosa cerró el armario dejando la habitación completamenta camuflada tras de el.
En una media hora preparó una suculenta comida. Un potaje de garbanzos con mucha consistencia con chorizos y morcillas. 
Se dirigió hacia otro armario donde se encuntraba exhivida la mejor bajilla de la casa. Giró un resorte del armario y este se deslizo hacia la derecha dejando ver otra habitación tras el. Esta vez la habitación no era en absoluto un zulo, sino una dormitorio perfectamente amueblado con todo lo necesario para sobrevivir.
La luz del interior de aquella habitación estaba encendida. Esta vez olía a jabon, colonia y tabaco.
- Buenas tardes Casimiro.- Dijo Doña Carmen a su esposo.
- Buenas tardes querida.- Contesto el esposo de Doña Carmen levantandose de la cama. Llevaba puestos solo unos calzoncillos que dejaban ver la tremenda erección que tenia.
- Ven aquí Carmen.- Dijo el esposo señalando la cama.- Desnúdate y ponte de rodillas, como tu ya sabes, estilo perrito. Pero antes quiero que me la mames un raro, como solo tu sabes hacerlo que parece que se acabe el mundo de tantas ansias como chupas "so" zorra.
Doña Carmen se desnudó completamente feliz y sumisa. Se arrodillo y le chupó el pene con fuerza y pasion. Era cierto, lo hacía como si no hubiese un mañana. Despues se bajó la bragas y se colocó a cuatro patas como los animales mientras Casimiro con su enorme berga la penetró con violencia como sabía que le gustaba a su esposa.
Doña carmen se relamió la boca no sin antes gritar.
- Cabrón me vas a matar. Pero métemela hasta el fondo canalla.

Continuará.......



Dedicado a: 
Virginia Campos Colino
José Enrique García González
Chus Bañuls
Aurora Cano Coba 
Pedro Amoros Navarro
Jorge Amaro Expósito
Rogelio Moreno Valls
Pedro Amoros
Y
Luisa Delidaise
"Gracias por vuestro apoyo incondicional"

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