sábado, 30 de marzo de 2013

HILTON GUANTÁNAMO HOTEL. "MY LOVE´S A REVOLVER". Parte 4 Y Final Del Relato.

UNA HORA DESPUÉS DE LLEGAR A LA BASE MILITAR NORTEAMERICANA DE GUANTÁNAMO.

Rita Petuni Bárcenas Olmos, "Rita P" sacó de su bolso Louis Vuitton una magnun del calibre 44 apuntando directamente con ella  la entrepierna de un soldado americano de color.
- Que te bajes los pantalones o disparo.- Gritaba desquiciada.- Que estoy muy loca.- Rita P se apuntó ella misma con la magnun las sienes como diciendo: me mato, me mato. Al hacerlo la pamela negra de Yves Sant Laureant con una enorme flor en blanco cayó al suelo.
- Que es que estoy muy loca. Que te bajes los pantalones. Ahora los calzoncillos. !Ay por Dios¡ que cosa mas grande y mas negra.- Ella misma se ruborizó al ver el portento de pene.- Quieto no te muevas, no creas que me vas a distraer con ese rabo tan grande. ¿Por donde se sale de aquí?. !Vamos contesta¡.
- Mujer no te entiende, es americano.- Contesto La Duquesa Del Pepinillo Siempre Tieso Martinez De Espumosa Batida de los Batida de toda la vida.
Yo observaba todo dentro de la habitación donde todas nos hallábamos. Una habitación con azulejos blanco y negros de esos pequeños de cocina de casa pobre, estilo años cincuenta que ahora están muy de moda.
- Rita P. !Por Dios nos van a matar a todas!.- Exclamó María Teresa Bosques desde una esquina de la habitación tapándose los ojos con los dedos muy abiertos. No quería perderse la visión fascinante de aquel miembro varonil tan hermoso, brillante y negro.
- Esta bien. Si no dices nada date la vuelta.- Contestó amenazante.- Voy a meterte esta Magnun por todo el ojete, ya hablaras, ya hablaras.- La muy burra estaba dispuesta a hacerlo, se ve que la desesperación de tener una hija ingresada en el López Ibor por trastornos que ningún psiquiatra decente podían diagnosticar la trastocaba bastante.
Candance Lily Forden Troper se acercó a ella zampandole dos ostias en la cara para sacarla del estado de histeria.
- !No conseguirás nada Rita "P", solo matarnos a todas¡.- Candance Lily se recompuso los guantes Loewe de cuero rojos ya que de la intensidad de las dos bofetadas se le habían salido un poco de los dedos.- Estas zumbana Rita "P" tu locura será nuestra tumba.
- Rita P, eres tan gilipollas como sentarse en un vater repleto de cristales.- Dijo Helena Sánchez Estepa Monroe al borde de un ataque de nervios por la reacción de la desquiciada Rita P.
El soldado americano de color al ver que todo aquello formaba parte de un inocente ataque de pánico de unas alocadas jovenzuelas glamurosas, se subió los pantalones y pulso un botón rojo.
- Abran la puerta. No hay peligro. Os aseguro que no puede ser terroristas. Están locas eso si, pero no tienen capacidad para unir dos palabras con sentido.- Dijo el soldado a través del megáfono.   
Al otro lado un soldado contesto algo en ingles que ninguna de nosotras pudo entender muy bien, tan solo lo que sí tuvimos claro es que reclamaban la presencia de mi abuela La Duquesa Del Pepinillo Siempre Tieso Martinez De Espumosa.
- Queremos interrogar a la más vieja.
Eso si lo pudo entender La Duquesa a lo que contestó.
- Me cago en tus muertos.
- Abuela. ¿Por qué quieren hablar con usted?. ¿Acaso sabe algo que nosotras no sepamos?.- Le pregunté inquisidora.- Estamos muy hartitas de esta situación y de la porquería y mal olor de estas instalaciones. A mi traje Chanel rojo pasión Saharaui se le ha incrustado el olor a criminalidad.
UNA HORA ANTES. LLEGADA AL HOTEL HITLON GUANTÁNAMO. SUDESTE DE CUBA.   

Recompuestas y arregladas con un toque de polvos matizantes un brillo de labios y achispadas por el wiskey de mi abuela (los soldados nos dieron por imposible). llegamos a la puertas del Hotel Hilton Guantánamo. Lucía el sol y la temperatura era elevada. Nuestras pamelas sofocaban los rayos evitando la terrible rojez de la cara debido al sol. Las gafas, Gabbana, Prada, Valentino, nos hacían verlo todo en un tono gris extraordinario, porque no hay mejor color para mirar la vida que a través de unas gafas de diseño quinientos euros la pieza.
María Teresa Bosques se quitó las gafas y el pañuelo que llevaba anudado a la cabeza, un Armani colo verde agua estancada precioso.
- !Qué raro¡. No veo recepcionistas, ni botones. Por no ver no veo el nombre del hotel. ¿Necesitaré gafas?.- Continuó haciendo el esfuerzo por divisar alguien de recepción que nos tendiera o algún botones que portara nuestro equipaje.- Nada, no veo nada.
Unos soldados nos llevaron al interior del edificio. Un Lugar lúgubre con el ambiente enrarecido. Las paredes era de un todo gris con una raya naranja en medio de los pasillos. Miramos al rededor y pudios ver cámaras de vigilancia.
- En seguridad se han gastado una pasta.- Aseguro mi manager que nos acompañaba en aquel viaje de compras por New York que hasta el momento no había abierto la boca, y el que el pobre estaba bajos los efectos de ansiolíticos y antidepresivos pues lo había dejado con su nuevo novio, un modisto jovencísimo y prometedor llamado David Cachalote.
 - !Aparta gilipollas¡.- Dijo Helena Sánchez Estepa Monroe dando un empujón a Boris que hizo que se tambalease como una peonza debido al poco equilibrio por los medicamentos.- !Esto no es un hotel¡.- Exclamo pero con estusiamo como cundo la fotografíaron la prensa rosa junto de Doña Letizia, bueno al lado no es la palabra correcta, se la ve siempre muy al fondo de la foto si es que acaso se a puede ver. Ella asegura algunas veces que la de la pamela roja que se vé al final en la fotografía de la revista "Hola" es ella, que la pillaron desprevenida.
- Querida Helena. En eso creo que estamos todas de acuerdo, ¿pero a qué viene tanta euforia?. Pregunté ya harta de tanta felicidad por su parte. A veces la gente extremadamente feliz son muy molestos.
- Pues chica es bien sencillo. Suma una casa enorme, paredes con ventanales de cristal opaco, cámaras por todas partes. ¿Lo captas?.- Pregunto nuevamente entusiasmada.
- Lo que capto es que te has pasado con el prozac. No comprendo nada de lo que quieres decir y no veo qué es lo que tengo que "captar".- Contesté malhumorada.
- Ainssss. Chicas estamos en la casa de Gran Hermano Cubano.- Contestó Helena Sánchez Estepa Monroe   dando unas palmaditas que sonaban a guante Loewe.
- ¿Y soy yo quien toma antidepresivos?.- Preguntó irónicamente Boris Porquícia.- Si, si, si. Esto es Gran Hermano de Cuba y los soldados son los cámara, regidores, iluminadores, directores.
La Duquesa del Pepinillo siempre tieso, mi abuela, se colocó en el centro de nosotras, siempre escoltadas por soldados con armas en posición de espera.
- Esto no es un Hotel Hilton "so" Burras. Esto no es un Gran Hermano Cubano pedazo de lerdas.- Nos miró a todas como diciendo: (Ay si no fuera por mi).- Esto debe de ser un centro de salud o Spa. Si niñas de esos ultra modernos que combinan lo cochambroso con los aparatos de masajes más avanzados.  
- No sé vosotras pero yo estoy deseando llegar a Madrid.- Dijo María Teresa Bosques dando pequeños taconazos de desesperación.- Para montar el mercadillo Stop Desahucios. Lo de Haití esta muy pasado de moda, si hasta han hecho una película. ¿Cómo se llama?.- Pensó dubitativa.- Ah si "Lo Estrafalario". O "Lo Desastroso". !Si mujer¡.- Se llevo las manos a la barbilla como intentando recordar.- Esa en la que sale Naomi Watts hecha un adefesio. !Ah si ya recuero¡. "Lo Insoportable". Una historia lacrimógena llena de barro y penurias. Nada recomendable si estas tomando Rivotril para la ansiedad. A propósito, ¿tienes algún ansiolítico Boris?.
- "No meeee-queeda naaadaa".- El pobre estaba flipando.
- Qué maricón más vicioso. Contesto Rita P.
- "Tuuuu caayaa coornuuda".- Contesto Boris sacando fuerzas del sopor que le producían los ansiolíticos. 

TORTURAS "SPA" A LA CARTA EN EL CUARTO DE LOS HORRORES.
Los soldados nos llevaron a todas a un cuarto de muy antiséptico de azulejos blancos. En el había una especie de bañeras, sillas metálicas y diversos utensilios de cosmética, ¿qué sino iban a ser?.
Primero nos desnudaron a todas cosa que a ninguna ruborizo pues sabiendo que nuestros cuerpos estaban modelados por los mejores cirujanos estéticos del mundo, nada teníamos de qué avergonzarnos.
Nos sentaron en las sellas metálicas y nos conectaron unos electrodos en los pechos, en la cara, en las pantorrillas y en los dedos de los pies.
- !Qué tratamiento de belleza más innovador¡.- Comentó entusiasmada por la experiencia Margarita Rotenberger De Stradivarius De Todos Los Santos.- !Es tan exitante¡ .- Se agarró fuertemente a los brazos de la silla, apretó las manos y sonrió ante la expectación.
Un soldado de facciones rectas, mandíbula recta, frente despejada, ojos azules, pelo rubio. Se acercó al control de mandos y pulsó el botón rojo.
Los voltios eléctricos recorrieron todo nuestro cuerpo haciéndonos vibrar. Al terminar nos quitaron los electrodos y todas nos pasamos las manos por la cara.
- Qué cutis se te queda.- Comenté.- Que firmeza de piernas y glúteos. Los pechos han quedado como una jovencita de veinticinco.
Me encontraba estupenda, aquella sesión spá lectroschok fue de lo más reconfortante.
- Lo único malo es que huele a pelo quemado.- Contesto la Duquesa del pepinillo siempre tieso.- Pasaremos por peluquería lo estoy deseando.
Más tarde no acercaron a los pies de unas bañeras inmensas con trozos enormes de hielo. Nos colgaron de las manos y con unas poleas nos levantaron del suelo hasta quedar justo encima de las bañeras.
- Esto si que es un estiramiento pero del bueno. Cómo siento los músculos desentumecerse.- contesto Candance Lily Fonder Troper.
Al instante nos soltaron y caímos en la bañeras congeladas. El frió era atroz. La piel se nos puso de un tono morado al instante y sentimos como nuestras carnes se tensionaban comprimiendo toda grasa sobrante.   

Mas tarde un poco recuperadas del intenso frió, teníamos las pestañas congeladas. Nos espolvorearon por todo el cuerpo con unos polvos de color blanco, olían muy mal, y así nos tuvieron desnudas durante quince minutos. Yo comenzaba a notar como los polvos secaban la molesta grasa del cuerpo y cara y mientras pensaba en la fortuna que me gastaba en parís recibiendo tratamientos de belleza por valor de unos diez mil euros, con aquellas sesiones estaba quedando más regia y firme que nunca. Mientras pensaba en todo aquellos nos cayó encima un chorro con mucha fuerza de agua casi hirviendo. Los polvos poco a poco fueron resbalando por todo nuestro cuerpo hasta quedar con la piel más blanca que nunca había visto. Actrices de hollywood pagaban verdaderas fortunas por blanquearse la piel, ahora estaba muy de moda, nada de piel morena de proletaria.   
Un soldado nos entrego unas toallas y nos pasó a otro cuarto que parecía el vestuario de un gimnasio, no lo puedo asegurar con certeza pues nuca he pisado uno de ellos. 
Nos entregaron nuestras ropas y nos dieron tiempo suficiente para volver a ponernos decentes. Un toque de labios, un maquillaje base hidratada Biotherm, Clinic, Shiseido  polvos Chanel. Nuestras blusas y faldas, alguna atrevida un vestido de David Cachalote, pamelas guantes, zapatos de Prada en fin lo que necesita una mujer de mundo que sabe ir decente por la calle pero sin llamar la atención para nada. Gracias a Dios la habitación era amplia pues chocábamos con nuestras pamelas.  
Fue una vez recuperadas de los intensivos tratamientos de belleza cuando Rita P sacó su magnun calibre 44 y formó todo el espectáculo.   
(- Que te bajes los pantalones o disparo.- Gritaba desquiciada al soldado.- Que estoy muy loca.- Rita P se apuntó ella misma con la magnun las sienes como diciendo: me mato, me mato. Al hacerlo la pamela negra de Yves Sant Laureant con una enorme flor en blanco cayó al suelo.    
Gracias a que entre todas pudimos calmarla y gracias a la simpatía de aquel soldado, todo quedo en un simple ataque de nervios.)
Fue en ese intervalo cuando nos enteramos que requerían a mi abuela La Duquesa Del Pepinillo Siempre Tieso Martinez De Espumosa Batida De Los Batida de toda la vida.
-¿Y tu abuela?.¿Qué tienes que ver en todos esto?.¿Por qué insisten en hablar contigo?. Y sobre todo, ¿por qué no nos han tratado como al resto del personal del hotel?.
El INTERROGATORIO DE LA DUQUESA DEL PEPINILLO. "LA REVELACIÓN DE UN SECRETO GUARDADO HACE DÉCADAS". 
 - Querida nieta.- Esto no es un Hotel Hilton. Esto es una base militar de Estados Unidos donde encierran principalmente terroristas y enemigos del país.- La Duquesa permanecía sentada en aquella habitación decorada con azulejos blancos y negro. Miraba hacia el suelo entrelazando sus manos en pose de paciencia y resignación. Sabia que su secreto mejor guardado estaba a minutos de ser desvelado para poder salir sanas y salvas de aquel lugar.
- ¿Una base militar?. !Pero mira que tratamiento de belleza nos han hecho¡. Esclamó incrédula Candance Lily Fonder Troper incrédula a lo que acababa de escuchar.
- Ainsssss. Me sacas de los nervios.- Contesto Rita P.- Estamos como secuestradas por el ejercito Americano. ¿No te ha extrañado todo?. Piensa en esas limusinas, piensa en el avión y sobre todo piensa que al llegar aquí no hay botones para recoger nuestro equipaje, ni recepción y nada de nada. !Candance hija¡, utiliza la cabeza.
- Lo intentaré haré como tú, la utilizaré para lucir pamelas de Yves Sant Laurent. Capulla.   

La puerta de la habitación se abrió y entraron tres soldados del ejercito Americano. Dos de ellos de color, lo que nos recordó a todas el miembro viril del soldado acosado por Rita P. Todas suspiramos a la vez.
Señoras. Estamos aquí para un simple interrogatorio. Sabemos que no son "Pscoterroristas". Solo son damas de alta sociedad de España. Todas le quitamos importancia.
- No es para tanto.
- Bueno chicas de bien.
- Glamourosas y chic nada mas. Sonreimos todas ante el alago.
El Coronel se acercó lentamente hacia donde se encontraba mi abuela La Duquesa Del Pepinillo que se encontraba al final de la habitación manteniendo la misma postura de pasividad de antes
- Señora Margarita. Venga con nosotros.
- Ha dicho Margarita. ¿La Duque Del Pepinillo Siempre Tieso Martines De Espumusa Batida se llama Margarita?. Contesto María Teresa Bosques pues nadie hasta ese momento sabia el nombre de la Duquesa, todas las super mejores amigas siempre la llamamos La Duquesa.
Margarita se levantó muy orgullosa. Compuso su vestuario, arreglo guantes y pamela y dijo rotunda.
- Señor Coronel Williamas.
- Y ahora sabe la tía como se llama el tipejo este.- Contestó sin dar crédito Boris Porquícia al cual se le habían pasado el efecto de los ansioliticos gracias a los electroschok´s.
- Si tengo que confesar lo haré delante de todas mis amigas. Ellas forman parte de mi vida y algunas de mi familia. Me miró a los ojos tratando de tranquilizarme.
- Esta bien. Tan solo queremos saber si es cierto lo que dicen nuestros informes sobre usted. No hay problema alguno. Pero presten atención todas. Si la confesión se hace publica le juro por Dios que volverán aquí para siempre.- El Coronel levantó el dedo señalándonos a todas.
- Ah pues entonces Boris que no lo escuche. Es un cotilla. A la primera de  cambio lo venderá a la revista Hola.- Contestó Rita P por haberla llamado antes cornuda.
- Hija puta. Mis labios estan sellados. Soy confidente de Macarena Govanntes, nietísima de la Duquesa y sería incapaz de revelar nada de lo que se diga aquí.
El coronel Williams solo repitió.
- Ya lo saben. Volverán inmediatamente aquí para siempre.
Nos sentamos todas al rededor de aquella habitación. El coronel Williams desplegó unos informes sobre la mesa metálica. Tomo asiento.
- Señora Magdalena. ¿Es cierto que usted es la madre del hermano del presidente de los Estados Unidos?. Por favor conteste con un simple si o no.- El coronel apoyo su codo en la mesa sujetando con la mano su barbilla esperando la respuesta.
La Duquesa carraspeo para despejar la garganta. Nos miró a todas y en especial a mi.
- Cuando era joven fui cabaretera en un club de Barcelona llamado "La Piquetona". Fue allí donde conocí al Duque de Govanntes conocido entre la sociedad madrileña como el Duque del pepeinillo siempre tieso por sus continuas infidelidades. El muy cabrón iba empalmado siempre.  Pero antes de todo eso estuve en un safari en África invidata por el Marques de Mocamor que también me pretendía. Fue evidente que debí de casarme con él. Estaba muy enamorado de mi, pero el marques de Govanntes eran tan bestia, tan macho en la cama que mi pasión turca me hizo perder la cabeza.
Allí en África conocí a Teby Obama. Por supuesto yo desconocía quien era, en realidad no era nadie solo el chófer contratado por el marques de Mocamor para el safari. Sí tuve una noche de pasión desenfrenada de la cual no me arrepiento pues nueve meses depues nació mi hijo Teby Júnior Obama. Estuve durante doce meses en África para no levantar sospechas a mi regreso a España. El marques de Mocamor se marchó nada más saber de mi relación sexual con su chofer. Cinco meses después se convirtio en transformista trabajando en la sala gay de barcelona "Lentejuelas". O lo trahumatizé o es que era ya de por si maricón. Ese aspecto no importa. Lo que importa es que si señor coronel Williams. Barack Obama tiene un hermano en África, se llama como ya he dicho Teby Júnior Obama y es mi hijo, tu primo querida Macarena.  
- Muy bien señoras. Todo correcto. Pueden retirarse.- Contesto el coronel Williams marchandose de la habitación con los dos soldados que lo acompañaban.
A los diez minutos estábamos montadas en un avión con todas nuestras pertenencias hacia Madrid. Nadie dijo nada, ni un comentario, ni un reproche. El secreto debería ser guardado como lo habia estado desde hace décadas. Todas sabíamos que las amenazas del coronel Williams de volver presas a Guantánamo eran absolutamente ciertas.  
A las horas de vuelo pudimos divisar el cielo de Madrid. Todo regresaba a la normalidad.          
 
                           
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